
Escribe: Pedro Díaz Medina, asociado senior en estudio Rebaza, Alcázar & De Las Casas
La SMV ha presentado una propuesta de modificación del reglamento de OPA que refleja compromiso con la modernización regulatoria local.
Esta iniciativa merece reconocimiento por ser un esfuerzo hacia fortalecer la transparencia y protección a inversionistas.
LEA TAMBIÉN: Suspenden a casa de bolsa y fondos mutuos de Diviso: ¿qué pasará con inversionistas?
Sin embargo, en nuestra opinión, ciertas disposiciones requieren revisión. Siendo así, compartimos algunos puntos que necesitan atención.
Primero, se propone una evaluación previa para las OPA (art. 12), con plazo de veinte días, en vez de aprobación automática, como es en el reglamento vigente. Esto viola el principio de control posterior de la LPAG, que privilegia supervisión ex post. El plazo de espera puede hacer que los informes de valorización pierdan vigencia, comprometiendo la veracidad del precio; y genera desincentivos para adquirir empresas listadas al crear procedimientos complejos y largos.

Segundo, se propone obligar a las valorizadoras a seleccionar siempre el valor más alto entre las metodologías que deben aplicar (art. 50). Esta regla mecánica compromete la independencia técnica del análisis.
En mercados poco profundos como el nuestro, algunos métodos generan resultados distorsionados que no deberían aplicarse automáticamente, sino quedar a criterio técnico del valorizador. De lo contrario, se podrían generar precios artificialmente inflados que desincentiven operaciones.
Tercero, en los artículos 51 y en el Anexo II se exige revelar íntegramente informes de valorización, due diligence y acuerdos entre accionistas. Esta revelación total se aparta del estándar internacional que privilegia divulgar solo información material, protegiendo datos sensibles. Paradójicamente, una revelación indiscriminada debilita la posición competitiva de las empresas y termina perjudicando a los minoritarios que se busca proteger.

La propuesta representa una oportunidad valiosa para modernizar nuestro marco regulatorio. Con ajustes apropiados orientados a estándares internacionales puede fortalecer el mercado de capitales, equilibrando protección al inversionista y eficiencia en el mercado.
LEA TAMBIÉN: Ciberseguridad: ¿entidades financieras invierten lo suficiente para enfrentar amenazas?
Sin embargo, mal implementada podría acelerar el riesgo de reclasificación como mercado frontera, escenario advertido por MSCI y S&P, lo que significaría menor flujo de capital extranjero y mayores costos de financiamiento para nuestras empresas.