Escribe: Antonio Amico, presidente de ADI Perú
El déficit habitacional en el Perú –cuya atención requiere de la construcción de 150,000 viviendas anuales al 2037– corre el peligro de incrementarse incluso más, debido a señales y medidas incorrectas adoptadas desde el Gobierno, que han generado el endurecimiento del crédito del segmento MiVivienda, y que requieren una pronta corrección.
Durante el 2023, se tomaron dos acciones que han perjudicado el acceso a viviendas de este programa, en detrimento principalmente de las poblaciones de los sectores medio y bajo, que reclaman un hogar digno y donde se concentra la mayor demanda de viviendas del país.
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En primer lugar, en julio se modificaron las tasas de interés y subsidios de MiVivienda. Debido a estos cambios, los inmuebles valorizados entre S/ 343,900 y S/ 464,200 –que no reciben subsidios– dejaron de acceder a tasas preferenciales. Mientras que, a las viviendas de entre S/ 232,200 y S/ 343,900, que contaban con el Bono del Buen Pagador, se les redujo este subsidio de S/ 10,800 a S/7,300. Estas acciones ya tienen consecuencias: en el tercer trimestre se redujeron las colocaciones de créditos inmobiliarios.
Pero no bastó con ello. Una segunda medida surgió semanas después: el Gobierno no incluyó recursos para bonos del segmento MiVivienda en el presupuesto público del 2024, situación que generó mayor preocupación, basado erradamente en el concepto que este segmento no requiere de subsidios para acceder a una vivienda.
Como se indicó previamente, estas acciones ya vienen ocasionando repercusiones en las colocaciones crediticias. Sin embargo, las consecuencias podrían ser incluso mayores.
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De acuerdo con Apoyo Consultoría, si estas iniciativas –que atentan contra el segmento MiVivienda– persisten, las viviendas colocadas bajo ese programa caerían 7% este año y hasta un 50% en el 2024. Ello no solo evitaría reducir el déficit habitacional del Perú, sino que podría producirse un aumento significativo de este indicador. Es decir, el sueño de la vivienda propia sería solo eso (“un sueño”) para cada vez más familias peruanas.
Esta situación –como hemos puesto en evidencia– requiere de una urgente atención. Y es que, los bonos juegan un papel importante en la compra de viviendas para las familias de los sectores medios y bajos, pues les significa reducir hasta un 35% su cuota hipotecaria en el tramo más bajo. Este factor es preponderante, ya que es la mejor vía que tienen para acceder a un crédito, al influir directamente en su capacidad adquisitiva. Sin subsidios, en la mayoría de los casos, los ingresos de estas familias no les permitirían lograr una hipoteca. Tomemos medidas ya.
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