Escribe: María Antonieta Merino, docente en la Universidad del Pacífico y Esan.
Varios fueron los temas abordados y declaraciones efectuadas por la mandataria en el último discurso por Fiestas Patrias. Uno de ellos fue el anuncio de la creación de un nuevo Ministerio de Infraestructura, el que ya contaría con un proyecto de ley. Esta nueva cartera tendría como objetivo unificar en una sola entidad la planificación, coordinación, supervisión y ejecución de infraestructura, agrupando algunos programas y entidades públicas vinculadas a la ejecución de inversiones a nivel nacional.
En realidad, no son “algunos” programas y entidades; el proyecto de ley establece 13 (¡!). Entre éstos estaría la reciente Autoridad Nacional de Infraestructura (creada hace un año), el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero – Fondepes (creado en 1992), Provías Nacional (creado en el 2002) y Provías Descentralizado (creado en el 2006).
LEA TAMBIÉN: “Desde el 2016, se han aprobado 37,564 normas, no sabemos cuántas restringen derechos”
Los programas son creados por el Poder Ejecutivo, en un ministerio o un organismo público, para atender un problema o situación crítica, o implementar una política pública, en un periodo de tiempo específico. En algunos casos, la creación de un programa conlleva a la formación de un órgano o unidad orgánica en la entidad, con un presupuesto asignado. Una vez que los programas logren resolver el problema identificado deberían desactivarse. En la práctica, sin embargo, si vemos las fechas de creación de los programas que he mencionado, éstos han permanecido en el tiempo – y los problemas también.
LEA TAMBIÉN: No vuelvo al Estado
Según el discurso presidencial este nuevo ministerio traería eficiencia, además de mejorar el control de los procesos y brindar mayor transparencia. Agrupar a 17 programas o entidades parecería ser una buena medida en términos de simplificación, no obstante, las razones que motivan este anuncio generan más preocupaciones que esperanzas. Primero, ¿por qué algunos de estos programas, que deberían haber sido temporales, han permanecido tanto tiempo? ¿Se hizo acaso algún análisis de sus desempeños? Segundo, ¿cuáles fueron las razones por las que los ministerios responsables y sus entidades técnicas necesitaron crear estos programas? La respuesta a esta pregunta es la que debería ser analizada con detalle porque si, en principio, la creación de estos programas y entidades obedece a que los ministerios necesitaron cierto apoyo para solucionar problemas, ¿cómo asegurar que un nuevo ministerio podrá suplir estas deficiencias? Y, lo que es más importante, ¿cómo aseguramos que la creación de este nuevo ministerio no genere la proliferación de nuevos programas a futuro?
LEA TAMBIÉN: Mensaje y dictadura
La creación del ministerio de infraestructura es la suma de muchos problemas sin solución en materia de infraestructura. Sin un adecuado análisis de las razones por las que todas las anteriores medidas no funcionaron estaremos ante un ciclo sin fin en el que el estado no soluciona el problema y crea uno o varios programas, los programas no solucionan el problema, son absorbidos por un ministerio, el ministerio crea programas y… volvemos a empezar.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.