Exministra de Comercio Exterior y Turismo
La semana pasada se unieron y firmaron una carta todos los doce exministros de Comercio Exterior y Turismo, advirtiendo el riesgo que significaba la propuesta, planteada por un ministro del actual Gobierno, de disolver el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo –Mincetur- con la intención de absorber sus tareas y presupuesto por otros ministerios. Desde su creación el 2002, esta entidad ha tenido claro su propósito, insertar al Perú a la economía global y fortalecer su presencia, lo que se convirtió luego en Política de Estado en el Acuerdo Nacional. Para ello forjó una institucionalidad muy sólida a pesar de su bajo presupuesto (0.3% del Presupuesto del Gobierno central) y atrajo a profesionales altamente calificados y con mucha mística para cumplir con las labores encomendadas.
Muchos de estos profesionales empezaron muy jóvenes y fueron entrenados para participar en el diseño de políticas públicas innovadoras, tanto en comercio como en turismo. Muchos fueron escalando posiciones de responsabilidad, llegando a ser viceministros y ministros algunos de ellos. La meritocracia primó siempre y lo podemos evaluar a través de sus resultados: generación de empleo formal, crecimiento y reducción de la pobreza.
El caso del Mincetur es emblemático para cualquier gobierno: durante veinte años, se ha tenido pocos cambios en el liderazgo, muchos de ellos a través del ascenso de los propios profesionales del sector, y en otros casos, profesionales conocedores a profundidad del quehacer del comercio y/o el turismo. Se ha logrado sostener la continuidad de las políticas públicas, con los matices correspondientes a los diferentes gobiernos, pero manteniendo el foco en el desarrollo y la inclusión a través del comercio y del turismo.
También se ha contado con una pequeña burocracia íntegra y con incentivos correctos - permanencia, capacitación y ascenso - para entregar los mejores resultados, lista para pasar por el proceso de Servir. Además, se constituyó una cultura Mincetur, en el que el trabajo en equipo y el compañerismo fue siempre la característica. Sus organismos desconcentrados: Promperú, Cenfotur y Plan Copesco Nacional, reconocen que requieren de otros sectores para alcanzar sus logros y por ello buscaron siempre la colaboración intersectorial, consiguiendo Mincetur liderar una agenda multisectorial e intergubernamental, con los gobiernos locales y regionales. Finalmente, siempre en el ministerio se ha escuchado y dialogado con los diferentes actores de la sociedad civil, con los gremios y la academia, y así se ha logrado sostener una política pública equilibrada, por ello hoy se tiene el apoyo de muchas entidades para mantener la institucionalidad de este ministerio.
Las políticas realizadas por el Mincetur han permitido multiplicar casi por diez las exportaciones, aportando el 20% del PBI y más de tres millones de empleos. Hace 20 años apenas sobrepasábamos el medio millón de visitantes, antes de la pandemia logramos cerca de 5 millones generando 5.5 miles de millones de dólares en divisas, aportando el 4% del PBI.
Nuestra marca país es reconocida globalmente, tanto que el ganador de la segunda vuelta lo usó como emblema de identidad nacional. Hemos tenido impacto social con programas como turismo social comunitario y servicios a pymes exportadoras.
Espero que esta iniciativa de disolver el ministerio no tenga como objetivo destruir el crecimiento alcanzado, es un tiempo para trabajar de manera coordinada por el bien común, construyendo sobre lo alcanzado por los anteriores gobiernos, para devolver al Perú a la senda de crecimiento, siendo más productivos y generando más empleo.