Esta crisis está dejando muchas lecciones. Es así como las empresas están ahora apreciando las ventajas de contar una sólida posición financiera, suficiente liquidez y posibilidad de aumentos de capital para poder sobrevivir esta crisis. Otra lección: avanzar juntos es, muchas veces, mejor que caminar solos.
Pero sobrevivir a la crisis no es suficiente. Las empresas tienen que prepararse para subirse a la ola una vez que la economía empiece a recuperarse. Muchas empresas habrán ya salido del mercado víctimas de la crisis y otras muchas estarán muy golpeadas para poder recuperarse rápidamente. La mesa estará servida para aquellas empresas que estén listas para capturar el mercado.
Pero ¿Cómo hacer para contar con los recursos para aprovechar las oportunidades que traerá la recuperación de la economía? ¿De dónde sacar dinero, inventarios, gente con las habilidades que el nuevo “normal” requerirá? La respuesta más eficaz e inmediata: fusionando dos o más empresas en una sola.
Por más debilitada que haya quedado una empresa como consecuencia de la crisis, con seguridad mantendrá algo de valor: la marca, cartera de clientes, líneas de financiamiento, representaciones, … Y también habrán empresas con fortalezas que complementen a la de otra.
Hay muchos temores y concepciones equivocadas alrededor de las fusiones de empresas. Se teme que se va a perder el control sobre el destino del negocio, que los estilos gerenciales no serán compatibles, que los ahorros esperados no se materializarán, … pero el mayor temor es que la participación en la propiedad en la empresa fusionada no sea la justa.
Todos esos temores son infundados. Todos pueden -y deben- ser tratados y negociados como parte del proceso de fusión y antes de cerrar la operación. Y sobre la participación en la propiedad, esto se resuelve con una adecuada valoración de cada una de las empresas. Determinar el valor de las acciones de una empresa es un ejercicio objetivo y técnico que algunos especialistas dominan a la perfección.
Son tantas las ventajas que bien vale la pena pasar por un proceso de fusión para fortalecer a las empresas. La coyuntura actual nos presenta esta oportunidad y no hay que dejarla pasar. El próximo año serán muchas las empresas que aprovecharán la oportunidad de fusionarse y salir fortalecidas. Enhorabuena por ellas!