Escribe: Omar Mariluz, director periodístico de Gestión.
La semana pasada, el país fue testigo de una triste realidad: más atentados, más pobreza y los fracasos del Estado en los arbitrajes internacionales. Estos eventos no son meras coincidencias, sino síntomas de una profunda crisis que aqueja a nuestra nación.
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Y no es una opinión porque las cifras son contundentes: más de medio millón de peruanos cayeron en la pobreza en el 2023, y ya el 29% de la población es pobre, niveles comparables con los de la pandemia del covid-19. Esta situación no solo refleja un retroceso alarmante, sino que revela una vulnerabilidad generalizada entre la población.
Sin embargo, la respuesta del Gobierno ante esta realidad es desalentadora. La cancelación de la conferencia de prensa del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) para presentar las citadas cifras y la continua búsqueda de culpables en gestiones anteriores evidencian una falta de liderazgo y compromiso con la solución de los problemas actuales.
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El nuevo atentado a Minera Poderosa en Pataz, perpetrado por mineros ilegales, es solo un ejemplo más de la creciente inseguridad que enfrentamos. La falta de acción por parte del Gobierno para combatir esta amenaza y, peor aún, la aprobación de leyes que favorecen a los mineros ilegales, agrava la situación y legaliza la impunidad.
Por si fuera poco, el récord de arbitrajes internacionales contra el Estado peruano ante el CIADI y la que podría llegar por el puerto de Chancay, demuestra una alarmante tendencia: la falta de seguridad jurídica y el desconocimiento de contratos. Esto no solo ahuyenta la inversión privada, sino que nos expone a costosas demandas que terminamos pagando todos los peruanos.
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La relación entre estos eventos es innegable. La falta de inversión privada, provocada por la inseguridad jurídica y la violencia, perpetúa el ciclo de pobreza y deterioro. ¿Qué podemos esperar si nuestras autoridades priorizan la super vivencia política sobre el bienestar del país?
Es hora de exigir un cambio. Necesitamos líderes comprometidos con la seguridad, la estabilidad y el progreso del país. Solo así podremos romper esta espiral de deterioro y construir un futuro más próspero y seguro para todos los peruanos.
Magíster en Economía, diplomado internacional en Comunicación, Periodismo y Sociedad, estudios en Gestión Empresarial e Innovación, y Gestión para la transformación. Cuento con más de 15 años de experiencia en el ejercicio del periodismo en medios tradicionales y digitales.
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