María Toffoli, directora de Marketing para la categoría Femenino y Adulto Kimberly-Clark Latinoamérica.
No siempre nos damos cuenta cuando se está haciendo historia. Sin embargo, hoy 1° de diciembre es uno de esos días. Millones de personas repartidas por todo el planeta y yo, nos sentiremos orgullosos y honrados de acompañar a la francesa Stéphanie Frappart en el arbitraje del partido entre Alemania y Costa Rica.
No es cualquier situación. Es la primera mujer en dirigir un partido para el mundial de fútbol masculino, y estará acompañada por las asistentes Neuza Back, de Brasil, y Karen Díaz Medina, de México. En la lucha por la igualdad de derechos y la equidad de género, este es otro gran hito hacia un mundo más equitativo.
¡La visibilidad de Stéphanie será enorme y estoy segura de que todos vamos a apoyarla! Y pensar, que hace unas décadas, a la brasileña Lea Campos, a finales de los años 60, se le impidió hacer sonar el silbato por prejuicio por ser mujer y menstruar. Hoy, más que nunca, resuena en mi cabeza el video de la campaña de nuestra marca Intimus & Kotex, que relata la lucha de Lea Campos quién hasta estos días pensaba que no iba a vivir para ver semejante desenlace.
Desde Kimberly-Clark y a través de nuestra marca Kotex impulsamos el avance de las mujeres, luchamos contra los estigmas de la menstruación y las barreras que representan para que las mujeres obtengan igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la vida.
La equidad de género, la búsqueda para eliminar las diferencias de trato y oportunidades entre hombres y mujeres, a pesar de todos los avances, sabemos que aún está lejos de ser la ideal. Según el Informe Global de Brecha de Género 2020, publicado en el Foro Económico Mundial (WEF), se necesitarían 99,5 años para lograr la igualdad de género en las empresas.
Entiendo que los ejemplos prácticos y la conciencia pueden acortar este camino. Informar siempre es necesario, pero tener a una mujer en el centro del mayor espectáculo del fútbol mundial, el deporte más amado por la gente en todo el mundo, tiene un impacto tan inmenso y profundo que no podremos medirlo.
Este jueves los niños estarán mirando, todos reunidos frente a los televisores y verán a una mujer empoderada, cumpliendo un papel para el que estaba preparada al igual que sus pares, los árbitros masculinos.
Los precursores, como Lea Campos, que fue en contra de todas las normas que le habían impuesto, deben estar felices. Lo que sembraron ahora empieza a dar sus frutos, tímidos pero necesarios para que esta ola de equidad tome fuerza y fluya hacia una playa tranquila donde las mujeres puedan ser y hacer lo que quieran. Buen juego para Stéphanie, Neuza y Karen, que suene el silbato y que empiece el partido para nosotras.