Economista
La premier Mirtha Vásquez se presenta hoy ante el Congreso para solicitar la confianza para el gabinete que ella preside. Pero lo hace en un momento en que el presidente Castillo está entre sus aliados (Perú Libre, Fenatep, Frente Amplio, etc.) que le piden que defienda a los integrantes del gabinete Vásquez, y las demandas de la oposición que le solicitan que retire a los ministros del Interior y de Educación. Por lo que si al momento en que la titular de la PCM se presente al Congreso todavía permanecen en el equipo ministerial los ministros Barranzuela y Gallardo, se acentuarían las divergencias y los enfrentamientos.
A pesar de ello, como ya sabemos, en este tipo de eventos los congresistas pueden ser muy agresivos con el gabinete, pero al momento de votar pueden votar a favor de otorgar la confianza. Asimismo, la sesión de investidura se produce en un contexto en el que la promulgación de la ley que regula la confianza ha obligado a Castillo a diseñar una estrategia que evite una eventual vacancia presidencial por parte de la oposición.
Un elemento para tomar en cuenta es la existencia de un importante número de congresistas provincianos que durante la campaña electoral deben de haber efectuado diversas promesas a favor de sus respectivos pueblos. Por lo que el Ejecutivo podría ofrecerles la posibilidad de cumplir con dichas promesas activando las partidas presupuestales correspondientes. Lo que podría alterar la situación hacia el otorgamiento de la confianza.
Pero el presidente Castillo al momento de decidir el destino de los dos ministros cuestionados debería tener en cuenta la opinión de la ciudadanía. Es así como en la última encuesta de Datum se evidencia que los nombramientos de los ministros del Interior y de Educación afectaron la popularidad de Castillo. Por ejemplo, a pesar de la salida del cuestionado expremier Bellido, la desaprobación del profesor subió al 50%, cuatro puntos porcentuales más que el mes anterior. En el caso de Barranzuela, al 62% de los encuestados por Datum no les genera confianza como ministro del Interior. Y en el caso del también cuestionado ministro de Educación, 73% está en desacuerdo que este pertenezca a un sindicato (Fenate), vinculado al Conare Movadef. Castillo siempre afirma que escucha la voz del pueblo, por lo que se espera que retire a ambos ministros.
Asimismo, otro aspecto a destacar de la encuesta de Datum es que a pesar que el cerronista Guido Bellido ya no es premier, el 52% opina que Vladimir Cerrón es quien manda en nuestro país. Un incremento de 4 puntos porcentuales en relación con el 48% de agosto. Por lo que resulta evidente que la ciudadanía no cree que el líder de Perú Libre haya perdido poder, sino todo lo contrario.
Castillo no parece estar en una buena capacidad negociadora ni con la oposición, ni con Vladimir Cerrón. Sin embargo, existe un sector de la oposición (partidos de centro principalmente) que consideraría que, a pesar de existir argumentos para ello, todavía no hay que iniciar el camino de una eventual vacancia del mandatario porque podrían quedar como obstruccionistas y victimizarlo. Por lo que habría que esperar a que Castillo acumule más errores y suba su nivel de desaprobación. En este sentido, hay que recordar que si bien el profesor está descendiendo en su popularidad por los múltiples errores en qué incurre frecuentemente, todavía mantiene un nivel de aprobación del 40% según la última encuesta de Datum.
A pesar de ello, hay otro sector que desearía acelerar dicho proceso para evitar que el oficialismo siga destruyendo nuestra institucionalidad y la economía. Por lo que, si bien existen argumentos para otorgar y no otorgar la confianza, es probable que prevalezca el punto de vista de los partidos de centro.