Economista jefe del CPC
A octubre de 2022, la inversión ascendió a S/ 32,4 mil millones, de los cuales el 62,4% corresponde a la ejecución de los gobiernos regionales y locales (S/ 20,2 mil millones).
Aun cuando la ejecución a nivel subnacional se ha incrementado en alrededor de S/ 4,2 mil millones en relación con lo observado el mismo periodo el año anterior, se siguen evidenciando ciertas ineficiencias en las capacidades de gestión, pues a la fecha solo se ha ejecutado el 46% de los recursos (S/ 44,5 mil millones). Esto implica que, para ejecutar la totalidad de dicho presupuesto, los gobiernos regionales y locales necesitarían multiplicar por seis su velocidad de ejecución en los dos últimos meses del año.
El aumento de la velocidad de ejecución en esta magnitud es improbable que ocurra sobre todo en gobiernos regionales y locales con ingentes cantidades de recursos. Por ejemplo, a nivel de los cinco gobiernos regionales con mayores recursos, Áncash (S/ 906 millones) y Cajamarca (S/ 869 millones) necesitarían multiplicar por 12 su velocidad de ejecución mensual para llegar a la meta. De manera similar para los cinco gobiernos locales con mayores recursos, dos municipalidades en Áncash, San Marcos (S/ 934 millones) y Chimbote (S/ 344 millones), requieren multiplicar por 14 y 15 su velocidad de ejecución, respectivamente.
Esto se debe principalmente a los mayores plazos en la ejecución de obras. Por ejemplo, alrededor de la tercera parte (35%) de las inversiones activas del gobierno regional de Cajamarca tiene más de 100 días de retraso —632 días de retraso en promedio—, mientras que en San Marcos el ratio sube a más de la mitad (53%) —474 días de retraso en promedio—. Asimismo, los gobiernos subnacionales no transparentan la información sobre la ejecución del avance físico dado que tienen un bajo nivel de rendición de cuentas. Por ejemplo, el gobierno regional de Áncash no informa el avance físico en el 42% de sus inversiones activas. Por el lado de los locales, Chimbote (Áncash) no lo hace en el 66% de sus inversiones.
En conjunto, estos factores han contribuido a una deficiente provisión de servicios básicos en el periodo de gestión de las autoridades salientes. De acuerdo con el Índice Regional de Gestión Pública (IRGP) 2022 del CPC, que mide el desempeño de las regiones en los pilares de conectividad, salud, educación e instituciones, solo dos (Arequipa y Junín) de las 25 regiones mejoraron en todos los pilares entre 2019 y 2021. En contraste, para el resto de las regiones, las caídas se observaron en los pilares de salud debido a mayores niveles de anemia, y en conectividad, por la menor cobertura de agua y desagüe.
Resulta fundamental mejorar la eficiencia del gasto público en inversiones que implica reducir las demoras en la ejecución de las obras, así como mejorar la transparencia y la rendición de cuentas. Avanzar en estos desafíos es esencial de cara al próximo inicio de las nuevas gestiones regionales y locales con el objetivo de mejorar la eficiencia en la provisión de servicios públicos en beneficio de los ciudadanos.