Entre las oportunidades perdidas para el Perú, resuena una cada vez con más fuerza: el litio. La transición energética requiere —además del tradicional cobre— de litio, fundamental para las baterías en general y para los autos eléctricos, y cuya demanda irá más rápida que su oferta en la siguiente década, según la Comisión de Transición Energética global. Chile, Bolivia y Argentina concentran hoy alrededor del 65% de las reservas mundiales —en lo que constituye el llamado ‘triángulo del litio’—, mientras que el Perú apenas arranca su exploración en Puno, con el proyecto Falchani, de la junior canadiense American Lithium, que está aún lejos de pasar a producción.