Directora de Empresarios por la Integridad
Los modelos de prevención son tan sofisticados como los riesgos de no tenerlos. Hoy, las grandes corporaciones invierten recursos importantes en implementarlos. Esto es en respuesta a los casos de corrupción, que dejan a las empresas expuestas a sanciones punitivas en dinero y reputación. Estudios revelan que la gestión de riesgos y, por ende, la prevención está en la agenda de los directorios de la gran empresa. Por eso, todo CEO debe estar listo para pasar las auditorías de las certificaciones antisoborno nacionales e internacionales.
Pero ¿qué sucede si eres el gerente general de un grupo económico pequeño, de una empresa familiar, de una mype, una pyme o se trata de tu propia empresa? Es muy probable que la gestión de riesgos y los modelos de prevención no estén en tu radar, lo que no significa que los riesgos no existan; tampoco que el dinero no se esté filtrando por “grietas de integridad”; que estés libre de responder por “errores” que salgan a la superficie o libre de ser un “rehén del sistema”, obligado a entregar coimas para sobrevivir. Es probable que pienses que no estás listo, que no es el momento ni que tienes los recursos para hacer algo al respecto.
Para afrontar este reto, existen cinco pautas a tomar en cuenta:
Mejor temprano que tarde
El comportamiento inadecuado y las malas prácticas crecen como la mala hierba en un jardín desatendido. No te sorprenda si eres el último en enterarte que se están pagando comisiones sobre ventas fantasmas hace años o que la alta merma es por insumos defectuosos que provee un familiar de tu encargado de compras. ¿Qué hacer? Empieza con un código de conducta y ética que sea claro y conocido por todos; crea espacios para la conversación abierta sobre valores y comportamientos. También, programa un taller de capacitación una vez al año e incorpora un filtro de valores al momento de la contratación de personal.
Empieza por ti
Las organizaciones bailan al son de sus líderes. No subestimes el impacto que tiene lo que haces o dejas de hacer, lo que dices o dejas de decir en el entorno de integridad interno y externo de la empresa. Empieza por una introspección personal acerca de los valores no negociables para ti. Busca información y participa en cursos y foros para conocer los estándares más altos de prevención y haz que tu comportamiento refleje la aspiración de tu empresa en el tiempo. Demuestra que hablas el mismo lenguaje a los consultores y especialistas, para que no te vendan lo que no necesitas.
Arma un modelo a tu medida
Las mejores inversiones son las que se hacen en el momento oportuno y del tamaño adecuado. El modelo de prevención debe responder a los riesgos potenciales y descansar sobre las capacidades reales de la empresa. Define los proyectos de prevención como parte de la estrategia; asegura los recursos en el presupuesto anual; incorpora las metas en los incentivos y mide el impacto. Un buen modelo de prevención es aquel que se financia con los resultados que obtiene
Aprovecha los recursos gratuitos
La democratización de la información de la era de Internet y la tecnología digital han aplanado la cancha. Empresas pequeñas están ganando espacios que antes eran ocupados solo por empresas grandes. No hay excusas para la falta de modelos de prevención. Arma a tu organización con herramientas gratuitas y date permiso para experimentar, equivocarte y aprender. Incorpora controles desde el diseño de tus productos y servicios; asegura que estén inmersos en los procesos operativos. Convierte a tu modelo de prevención en una ventaja competitiva.
Busca protección en la manada
Los depredadores buscan alimentarse de los miembros más débiles de la manada. Para no ser presa fácil de la corrupción, especialmente en sectores contaminados, tener un modelo de prevención no es suficiente. Busca ser parte de los espacios de colaboración con tus competidores. Contribuye a fortalecer esos espacios. La acción colectiva es la única manera de poner freno y eliminar a la corrupción del sistema. Hoy, todos estamos llamados a construir un entorno de actuación empresarial ético y transparente para una competencia justa entre pares.
No importa el tamaño de la empresa que lideras. Ahora estás listo para construir un modelo de prevención con estas 5 pautas para guiar tu camino.