
Escribe: Antonio Risso, Managing Director de Wealth Management de Credicorp Capital
El home bias es un sesgo que tenemos los inversionistas a favorecer los activos financieros de nuestros propios países o de la región en comparación con inversiones de países extranjeros. Este sesgo local se explica por la familiaridad y la confianza que nos brindan estos instrumentos debido a la percepción de que conocemos bien a estas empresas emisoras porque operan en nuestro país, conocemos de cerca su historia y la trayectoria de sus principales directivos (o la de alguien conocido que labora en dicha empresa) o simplemente debido a que consumimos sus productos y servicios en nuestro día a día. Así, la evidencia muestra que la construcción de portafolios de inversión en EE.UU. se encuentra sesgada hacia activos norteamericanos mientras que en Europa sucede lo propio con activos europeos. Cabe mencionar también que parte de este sesgo se explica por la moneda de referencia que utilizan los inversionistas de uno y otro lado del atlántico.
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En el caso de Latinoamérica, también vemos una marcada presencia del home bias en casi todos los países con excepciones como las de Perú. Mientras que inversionistas de Colombia, Chile o Brasil tienden a asignar un porcentaje importante de su portafolio a instrumentos de renta fija y variable de emisores locales, el inversionista peruano de alto patrimonio tiende a minimizar su exposición a activos locales sobre todo en lo que a renta variable se refiere.
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Podemos encontrar al menos tres motivos que explican este comportamiento: i) el inversionista peruano tiene una marcada inclinación a guardar sus excedentes en dólares, ii) el inversionista peruano, acostumbrado a vivir en un país con alta inestabilidad, tiende a diversificar su portafolio de inversiones del riesgo país, ya que asume mucha exposición a dicho riesgo a través de sus negocios, su trabajo, sus propiedades inmobiliarias, entre otros; y iii) la falta de instrumentos en soles peruanos (PEN) con niveles razonables de liquidez.
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Sin embargo, no debemos perder la perspectiva. De un lado, el PEN ha demostrado ser una moneda muy estable a lo largo de los últimos 30 años, gracias a la solidez económica del país y al excepcional manejo del BCR. De otro lado, siendo residentes peruanos, afrontamos muchos de nuestros gastos en PEN, lo cual hace razonable mantener cierto nivel de esta moneda en la diversificación estratégica de activos de nuestros portafolios para cubrir ciertos objetivos de vida. Hoy, por ejemplo, existen oportunidades de inversión en algunas acciones locales que pagan niveles de dividendo muy atractivos y que se encuentran a precios bastante descontados. El inversionista de largo plazo residente en Perú no debería dejar pasar por alto este tipo de oportunidades.