Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP)
Actualmente, la tecnología juega un papel primordial en la globalización y, por lo tanto, en el comercio. Su impacto en las comunicaciones, las finanzas y la logística ha facilitado el crecimiento y la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas.
Las nuevas tecnologías están impactando de diversas maneras en el comercio internacional, abaratando todo tipo de costos. Por ejemplo, los de transporte y logística, mediante el seguimiento y optimización del uso de vehículos, contenedores y rutas; los de información, rompiendo con las barreras idiomáticas; los de trámites en frontera, a través de servicios telemáticos que garantizan la transparencia y el cumplimiento; los de investigación de mercado, entre otros.
Muchas de las variables que definen el comercio tradicional, como la ventaja competitiva entre países y agentes, las economías de escala y el tamaño del mercado, siguen marcando también el patrón de comercio en una economía digital. Sin embargo, a estas variables hay que añadir otras que han surgido con fuerza a consecuencia del impacto de las nuevas tecnologías como la protección de datos y el derecho a la propiedad intelectual.
Asimismo, la digitalización, inteligencia artificial, la impresión 3D y el internet de las cosas tendrán una fuerte repercusión en el comercio global. La Organización Mundial del Comercio pronosticó que el mismo crecerá entre 31 y 34 puntos porcentuales en 15 años, como resultado de la disminución de los costos comerciales y el aumento del uso de los servicios.
Entre las tecnologías que pueden reducir los costos de transporte y almacenamiento se encuentran las soluciones de blockchain. Estas consisten en un sistema de transacciones digitales descentralizadas que pueden reducir el tiempo empleado en el cumplimiento de las aduanas y la logística.
También sucede en el caso del internet de las cosas, ya que las capacidades de red y procesamiento de objetos cotidianos pueden ayudar a mejorar la eficiencia operativa, a través de un mejor mantenimiento preventivo de la maquinaria y los productos.
Por su parte, el uso de la inteligencia artificial, la impresión 3D y la robótica avanzada podrían reducir el papel de la mano de obra, convirtiéndose en una ventaja comparativa, que es la capacidad de un país para producir un bien utilizando relativamente menos recursos que otro.
De otro lado, factores como la calidad de la infraestructura digital, el tamaño del mercado y la protección de la propiedad intelectual pueden volverse más relevantes. Ello permitirá que empresas en países como Alemania o Japón con altos costos de personal puedan ser muy competitivas en el mercado mundial.
Cabe mencionar que las pequeñas y medianas empresas también se ven beneficiadas con la tecnología. Esta les permite poder asistir a ferias virtuales, ofrecer sus productos en diversos marketplace, usar la web y las redes sociales para desarrollar sus marcas y tener información de los mercados mundiales en tiempo real. Con este tipo de herramientas, el presupuesto de internacionalización se vuelve accesible para todos.
Finalmente, es importante reconocer que la tecnología e internacionalización son aliados esenciales para que todas las empresas, sin importar su tamaño, tengan acceso al mercado. El gran reto está en capacitarse y capacitar a los colaboradores de manera constante para poder formar parte de esta transformación digital, que elimina las distancias y las fronteras.