Luis José Diez Canseco Núñez, decano de la Facultad de Derecho de la UTP
Debido a la aceleración del proceso de transformación digital que se ha generado y consolidado en los últimos años a nivel mundial, cada vez surgen más empresas con un gran potencial de crecimiento que son reconocidas como startups. En este sentido, es importante mencionar un factor, que muchas veces se deja de lado, pero que contribuye de una manera considerable a la consolidación de estos negocios puesto que permite proteger el valor de sus activos intangibles: la propiedad intelectual.
Resulta esencial tener una estrategia de propiedad intelectual que sirva para mejorar nuestra competitividad en el mercado. Para ello, lo primero que se debe hacer es poner sobre la mesa una serie de preguntas que permitirán identificar qué herramientas son las más adecuadas de acuerdo con la naturaleza de nuestro negocio como, por ejemplo, ¿qué es lo que vamos a proteger?, ¿cómo protegerlo? y ¿cuál es el objetivo de dicha protección?
Una vez que se cuenta con las respuestas a dichas interrogantes, el siguiente paso consiste en identificar los diversos recursos que ofrece la propiedad intelectual y que se vinculan o aplican a la protección de los intangibles de las startups. Entre ellos se encuentran:
- Patentes: Protegen invenciones y los requisitos son la novedad, la no obviedad y la aplicación industrial. Es el caso de las invenciones de nuevos productos o de procedimientos. Tienen una duración de 20 años.
- Secretos comerciales. Este recurso protege información como recetas, fórmulas, componentes o ingredientes que se ha decidido mantener de manera confidencial por ser valiosos. Los secretos comerciales tienen vigencia hasta que se hagan públicos. Un ejemplo podrían ser los condimentos con los que se elaboran ciertos productos gastronómicos.
- Modelos de utilidad. Son adaptaciones de productos preexistentes que hacen más útil el producto. Su protección se extiende por 10 años.
- Diseño industrial. Tiene por objeto proteger la apariencia del producto o el envase en el que se comercializa. Un ejemplo son las botellas o envases de perfumería. La protección tiene una vigencia de 10 años.
- Derecho de autor. Protege creaciones intelectuales y artísticas, así como los programas de computadoras. Su principal requisito es la originalidad y tiene vigencia desde el momento en que se gestiona y 50 años después de la muerte del autor. Se utiliza en el caso de la música, los libros, las obras cinematográficas o publicitarias, por poner unos ejemplos.
Finalmente, es importante saber que, en nuestro país, existe un sistema jurídico muy sólido en el ámbito de la propiedad intelectual, consagrado principalmente en las decisiones 486 y 351 de la Comunidad Andina, que brindan lineamientos claros, sencillos y modernos sobre cómo proteger los intangibles de propiedad intelectual. Por consiguiente, la única preocupación para el creador de una startup en este ámbito es realizar sus trámites correctamente para garantizar la protección de su creación. Una pequeña inversión que les brindará seguridad y les permitirá desarrollar sus actividades con la seguridad de que no existirá el riesgo de que alguien más pueda copiar sus recursos.