
Hace algún tiempo publicamos un artículo titulado “De lo complicado a lo complejo”. En él decíamos que el manejo de una empresa había pasado de complicado a complejo debido a la ocurrencia de eventos inesperados y de características desconocidas, donde lo común era el no saber qué hacer y que la mejor manera de lidiar con ellos era a través de la diversidad de pensamiento para así acercarnos a las mejores respuestas posibles.