Director de Emprende UP
Las necesidades de los emprendedores tienden a atenderse dentro de un ambiente de estabilidad, una coyuntura donde se pueda planificar actividades y desarrollar negocios prósperos. Por ello, la agenda de este nuevo gobierno debe contemplar como un punto crucial el fomento de un panorama económico y social estable, que pueda generar el desarrollo y acompañamiento del emprendimiento social en nuestro país.
Para lograr este objetivo, es necesario que el Estado realice cinco acciones clave. En primer lugar, debe mantener activos los programas de innovación y emprendimiento que han venido logrando éxito desde gobiernos anteriores. Estos programas incentivan y otorgan recursos necesarios al ecosistema de emprendimiento e innovación en el país. Sin embargo, no solo deben limitarse a mantenerlos, deben brindarles todos los recursos necesarios para reforzar la labor que les compete. De este modo, se contribuye a la reactivación económica y a un efecto multiplicador del emprendimiento
En segundo lugar, el Estado debe crear programas de capacitación que promuevan las áreas de innovación dentro de las entidades gubernamentales. Específicamente, que entidades como Indecopi, el Banco Central de Reserva (BCR), la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), el Ministerio de Economía, entre otros, puedan incentivar a sus autoridades a diseñar o decidir políticas públicas o reglamentos que tengan en cuenta la cómo la innovación está cambiando la forma de hacer negocio, de proveer servicios, de organizar empresas y de mejorar procesos.
El tercer punto a trabajar sería la modernización del programa de ciencia y tecnología en términos de incluir no solo a científicos en temas de innovación como lo hace Concytec, sino también considerar a los emprendedores. Estos emprendedores-científicos aportarían con propuestas con un gran componente científico y de innovación. De este modo, la ciencia sería tratada desde un punto de vista teórico, pero también, a partir de la innovación, desde un enfoque práctico.
Asimismo, promover a través del Estado que la academia conecte de manera asertiva a las pequeñas y medianas empresas con el mundo emprendedor. Esto a través de programas de innovación abierta de las universidades. Es decir, las universidades se convertirían en un canal formal y de confianza entre un empresario y un emprendedor. Por medio de lo que se conoce como crowdsourcing, un emprendimiento puede presentar sus propuestas de solución, de tal manera que la empresa pueda elegir algunas y quedarse con la solución que más se adecua en resolver el reto del sector privado.
Por último, desde el Congreso de la República se podría crear una comisión de innovación y emprendimiento donde se vean temas del ecosistema emprendedor. A través de propuestas legislativas se puede preparar el ambiente de negocio para que la innovación de alguna manera haga un soft landing, es decir que el regulador prepare al país ante situaciones de diversa índole en el campo empresarial. El legislativo tiene el rol de preparar y promover un ambiente adecuado para los emprendedores del país y debe sumar esfuerzos por todos aquellos que promueven el crecimiento económico en nuestro país.