Ministro de Economía
Un evento financiero reciente y poco puesto en perspectiva es el referido a los recientes anuncios de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) -luego de elevar el miércoles pasado su tasa de interés objetivo en 75 puntos básicos y dejar entrever nuevas alzas, a la vez de señalarse la no realización de recortes hasta el 2024-. ¿Cómo nos puede afectar macroeconómicamente esto?, y ¿por qué de lo anterior se justifica un Plan de Reactivación en el Perú, en actual proceso previo de implementación?
En principio, diversas proyecciones sobre la economía de los Estados Unidos señalan que los costos crediticios bordearían 4.40% a fines de año, en tanto, proyecciones de la propia Fed anuncian una desaceleración del crecimiento del PIB en 0.2% este 2022. Esta desaceleración se asocia a un aumento del desempleo en 3.8% este año. Por otra parte, la inflación recién retornaría en el 2025 a la meta del 2% (8.3% anualizada en agosto). “El comité está fuertemente comprometido con regresar la inflación a su objetivo del 2%”, dijo en un comunicado el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) al anunciar el tercer aumento sucesivo de 75 puntos básicos; se espera que la Fed disponga nuevos aumentos de las tasas de interés este año para combatir la inflación en Estados Unidos. La inflación es consecuencia de la importante recuperación de la economía tras la recesión causada por la pandemia de covid-19, que tomó por sorpresa a las empresas y las obligó a buscar más mano de obra e insumos para satisfacer la demanda. El resultado de esto ha sido escasez de productos, demoras en las entregas y precios más altos; el tema es que el encarecimiento del crédito y la afectación acelerada adversa sobre la demanda y producto podrían acercar la economía norteamericana a una recesión.
El caso es que este aumento de las tasas conlleva al alza de las tasas de interés internacionales, lo que atraería capitales hacia la economía de EE.UU., pudiendo originarse nuevas y desordenadas fugas de capitales en países emergentes como el Perú, que reducirían la oferta de dólares y, por ende, una depreciación de la moneda local de países emergentes, tendencia que ya venía ocurriendo meses atrás con la caída de los precios de los metales, haciendo menos atractiva la inversión.
“El alza de las tasas de interés internacionales podría originar fuga de capitales en el Perú”.
Por cierto, estas tendencias depreciatorias, dados sus efectos inflacionarios, han obligado a intervenciones más recurrentes del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), a través de distintos instrumentos: ventas de dólares, colocaciones de certificados indexados al tipo de cambio del BCRP o usando swaps de divisas.
Pero hay otros efectos importantes por hacerse notorios también. Por ejemplo, líneas de crédito externas más caras, que sumadas a las internas encarecidas por la actual política contractiva del BCRP, buscando acercar la inflación al rango meta; en la práctica ambas constituyen choques de oferta adversos que afectan negativamente a la actividad económica. Por ello, hace sentido la aplicación de un Plan de Reactivación Económica que contiene medidas por el lado de la demanda y de la oferta, no solo por la afectación adversa sobre el sector real antes descrita, sino también por una economía internacional -que explica casi el 60% de la variabilidad del PBI-, y que por la desaceleración del PBI externo, inflación extendida y la mayor volatilidad financiera, son factores que necesitan ser compensados, dada la ralentización del PBI que estos generan.
En suma, complicaciones desde la economía internacional, más una suerte de externalidad negativa de la política monetaria actual, ambas afectando adversamente a la actividad económica, justifican la implementación de un plan de reactivación económica con efectos graduales sobre el PBI, no solo por el tiempo que demanda contar con la normatividad necesaria para su aplicación, sino también por la exogeneidad en la intensidad y secuencia de los factores externos e internos con efectos adversos sobre el PBI, que necesitamos más que contrarrestar.