
Escribe: Antonio Cevallos, CEO de BBVA Asset Management
Cuando hablamos de presupuestos, casi siempre pensamos en números fríos, aplicaciones móviles, inteligencia artificial y hojas de Excel. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que hay una técnica centenaria, simple y poderosa, que combina finanzas con reflexión personal?
LEA TAMBIÉN: Operaciones no reales: el nuevo frente de SUNAT que golpea a empresas formales
Dicha técnica se llama “Kakeibo”. Se trata de un método de origen japonés concebido a principios del siglo XX con el objetivo de ayudar a las familias a gestionar sus gastos de forma consciente. No se trata solo de sumar ingresos y restar gastos; es una filosofía de vida aplicada al dinero: cada cantidad gastada debe pasar por un proceso de registro, reflexión y aprendizaje.

La esencia de esta técnica está en la acción de anotar todos los ingresos y gastos en un cuaderno. Sin aplicaciones sofisticadas ni hojas de cálculo complejas. ¿Por qué en papel? Porque escribir a mano activa una parte diferente del cerebro. Nos obliga a hacer una pausa y a pensar en lo que gastamos, en lugar de deslizar el dedo por una pantalla. Ese pequeño ritual convierte un gasto de “piloto automático” en una decisión consciente, una especia de “mindfulness” financiero.
LEA TAMBIÉN: Claves tributarias para empresas peruanas que contratan servicios de empresas extranjeras
Cómo funciona, paso a paso
El método sigue un ciclo mensual con tres momentos clave:
- Inicio de mes: planificación. Se anotan los ingresos y los gastos fijos previstos (alquiler, servicios, deudas). A partir de ello, se define cuánto se desea ahorrar.
- Durante el mes: registro diario. Se registra cada gasto real y se clasifica en categorías sencillas: supervivencia (comida, transporte, servicios básicos), ocio/entretenimiento (restaurantes, hobbies, compras impulsivas), extras/imprevistos (cualquier gasto no planificado).
- Cierre semanal y mensual: reflexión. Se responden preguntas como: ¿Cuánto gasté? ¿En qué pude haber gastado menos? ¿Alcancé mi meta de ahorro? ¿Qué quiero mejorar el próximo mes? Al final del año, se hace un balance anual para medir progresos y descubrir patrones.
LEA TAMBIÉN: El activo más valioso en la era de la IA no es la tecnología, es la capacidad de aprender
La diferencia con otros métodos
La verdadera diferencia de Kakeibo no es la matemática, sino la conciencia detrás de cada gasto. Mientras que la mayoría de las aplicaciones te dicen “gastaste S/ 600 en restaurantes”, este método te obliga a preguntarte: ¿Realmente necesitaba esas salidas? ¿Estoy gastando de acuerdo con mis prioridades? En otras palabras: no se trata de gastar menos, sino de gastar mejor.
LEA TAMBIÉN: El eslabón perdido: cómo reconstruir la cadena de ejecución de infraestructura
Aunque este sistema nació en Japón hace más de un siglo, ha trascendido fronteras.Personas en todo el mundo lo practican como un ejercicio de finanzas con propósito.
He visto a muchas personas fracasar con presupuestos digitales porque olvidan algo clave: el dinero no se controla solo con números, sino también con emociones y hábitos. Esta técnica funciona porque te fuerza a mirar de frente a tu dinero y preguntarte por qué estás gastando en esto. Y ese “por qué” muchas veces termina haciendo la diferencia.
LEA TAMBIÉN: ¿Pueden admitirse nuevas pruebas en apelación tributaria?
Para cerrar, te dejo una pregunta: si tuvieras que escribir a mano cada gasto que haces a partir de hoy, ¿cuáles de ellos evitarías automáticamente?