Director ejecutivo de inPERU
Las últimas proyecciones del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), que estiman un magro crecimiento de 0.9% para este año y una caída de la inversión privada de 5.3%, reflejan el difícil contexto que atraviesa la economía peruana y la sensación de desconfianza presente en el devenir nacional. Este panorama no es trivial o aleatorio. Las protestas sociales del verano habrían afectado al menos un 0.8% de crecimiento e impactado notoriamente los negocios en el sur andino, mientras que el fenómeno de El Niño viene golpeando a nuestra agricultura y pesca y contribuyendo con la inflación.
Se ha escrito mucho respecto a que el crecimiento del PBI no es suficiente para salir adelante como país, pero sin éste es imposible generar empleo, reducir la pobreza y lograr el desarrollo que necesitamos. Por ello, a fin de retomar ese crecimiento, es imperante que avance la inversión privada y que por tanto sea prioritario promoverla, reactivando la confianza del empresariado. Pensar de manera distinta es no querer ver la realidad, más aún tomando en cuenta que la inversión privada representa el 80% del total de la inversión en el Perú.
Romper con esta situación amerita un gran esfuerzo a todo nivel. Primero, como he dicho, hay que fortalecer el mensaje de confianza en el sector empresarial del Perú y el extranjero. Y para ello hay que volver a tender los puentes con el sector privado, restablecerlos, bajo la premisa que tanto éxito nos dio en nuestros mejores años de crecimiento económico: que nuestro país es una plaza ideal para invertir, que somos un país en el que se puede confiar.
Hoy vemos ejemplos que confirman este mensaje. Mientras escribo esta columna avanzan las obras de ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, y lo mismo ocurre con la Línea 2 del Metro de Lima, el Muelle Sur del Callao, y los puertos de Chancay y Salaverry. Este breve repaso acumula una inversión privada de más de US$11 mil millones. Imaginemos lo que podríamos conseguir con un mayor impulso para atraer capitales hacia el Perú, con más promoción, tomando en cuenta las grandes necesidades que tiene nuestro país y la cantidad de proyectos en cartera existentes.
¿Cuáles son nuestras fortalezas? Afortunadamente, siguen siendo las mismas que en las últimas dos décadas. El Perú cuenta con la menor deuda pública entre los países de Latinoamérica y entre los pares con similar calificación crediticia, y un largo historial de una gestión fiscal responsable y prudente, que nos hace sólidos frente a los choques adversos, ¡y vaya que esto ha sido demostrado recientemente!
En este sentido, la asociación privada inPERU ha decidido retomar la realización de roadshows internacionales para dar a conocer las fortalezas económicas y posicionar nuestro mercado como destino de inversiones, pero sobre todo para visitar a los actuales inversionistas cuyas casas matrices requieren conocer de primera mano el acontecer nacional e invitarlos a continuar apostando por el Perú. Los primeros destinos serán Colombia y México, que son parte de la Alianza del Pacífico, del 24 al 27 de octubre. El sentido de urgencia es real y, por tanto, esperamos una nutrida participación de nuestra delegación público – privada, que tome acción ante este llamado de promoción de inversiones.