El año 2021 fue un año récord a nivel mundial en inversión corporativa en startups. La inversión creció 142% con respecto al año anterior logrando un total de 169 mil millones de dólares en inversiones. Este año, a pesar de la desaceleración económica mundial, se proyecta que el número de inversiones crezca con respecto al 2021 y que, si bien el monto invertido caiga con respecto al 2021, este sea 80% mayor que el 2020.
¿Pero qué es una startup? Las startups son empresas de base tecnológica con un alto potencial de crecimiento. Son empresas que en poco tiempo pueden alcanzar un gran valor de mercado. Por ejemplo, tenemos a la startup Nubank, neobanco brasilero creado el 2013 y que hoy tiene una capitalización bursátil superior a los 24 mil millones de dólares; o Cornershop, startup chileno-mexicana de delivery de productos, creada en el 2015 y vendida en el 2021 a Uber por 3 mil millones de dólares.
¿Por qué las corporaciones invierten en startups?
Ya desde el 2002, en un artículo del Harvard Business Review, se discutían motivos estratégicos y financieros para invertir en startups. Hoy en día, y luego de haber podido compartir y coinvertir con fondos corporativos, veo con claridad que los motivos estratégicos priman sobre los financieros. No obstante, como me comentó alguna vez un gestor de un fondo corporativo, “no hay nada estratégico en perder dinero”.
Hoy el principal motivo para invertir en startups está en reconocer que las corporaciones no van a ser capaces de proveer todos los servicios y productos que demandarán sus clientes en el futuro. Con la reducción de barreras para acceder a tecnología y la inexistencia de fronteras para proveer servicios tecnológicos, el número de nuevas compañías tecnológicas o startups crece año a año. Las corporaciones tienen la posibilidad de sumar estas nuevas startups dentro de su portafolio futuro de soluciones.
La inversión en startups debe ser abordada por las corporaciones como una estrategia de crecimiento inorgánica dentro de un plan estratégico de crecimiento y orientada a acelerar el proceso de innovación de la corporación.
Los beneficios de invertir en una startup radican en poder sumar de una manera rápida nuevas soluciones tecnológicas a la propuesta de valor de la corporación. Estas nuevas soluciones se sumarán a las soluciones creadas internamente y competirán entre ellas, haciendo a la corporación aún más innovadora. Existe también la oportunidad de invertir en startups que alimenten la demanda u oferta de servicios y productos de la misma corporación. No obstante, es un error limitar el crecimiento de nuestra inversión a trabajar exclusivamente con la corporación. Una vez que invertimos en la startup, debemos tomar decisiones como accionista de la startup y no como accionista de la corporación. Es por este motivo que se recomienda que la inversión corporativa en startups se realice desde un vehículo independiente a la corporación, pero que cuente con los vasos comunicantes necesarios para transferir conocimientos y aprendizajes.
¿Cuáles son los pasos y recomendaciones para empezar a invertir en startups?
El primer paso es tener un plan estratégico claro sobre el futuro del negocio y necesidades del cliente. Luego, hay que tener la sinceridad de preguntarse si internamente vamos a poder crear las capacidades para seguir siendo competitivos y atender estas necesidades futuras.
El segundo paso es sencillo y radica en empezar a conectar con el ecosistema de startups. Antes de empezar a invertir podemos interactuar con startups bajo diferentes programas: incubadoras, aceleradoras, concursos o eventos. Podemos ser actores activos de estos programas a través de mentorías o patrocinios.
El tercer paso es definir la tesis de inversión. Debemos poder responder a preguntas como: ¿qué es lo que espero lograr con esta iniciativa?, ¿cómo voy a medir el éxito?, ¿quiero invertir en modelos disruptivos en etapa temprana o tal vez en negocios más avanzados? Esta será una tesis inicial que luego deberemos ir revisando con el tiempo.
Por último, pero probablemente más importante, se deberá elegir el equipo que liderará esta iniciativa. Liderar la iniciativa requerirá de un equipo dedicado e independiente. La dedicación e independencia le dará la velocidad necesaria para competir por las mejores inversiones. El equipo deberá, además, poder combinar la experiencia en la industria con experiencia en inversiones. Es ideal que al menos un miembro del equipo conozca muy bien a la corporación, ya que ello le permitirá construir los puentes para aprovechar las oportunidades que nacerán, no solo de las inversiones, sino del resto de startups evaluadas. Este equipo será un actor clave en la definición de la visión estratégica futura de la corporación.