Gerente general de ComexPerú
El Gobierno del presidente Pedro Castillo dice que trabaja para el pueblo, pero no es así.
Una de las políticas de Estado que más beneficios ha generado a los ciudadanos, al crear 3 millones de puestos de trabajo y oportunidades de emprendimiento en todo el país, es el libre comercio. Nuestro país y miles de emprendedores apostaron por la apertura comercial que ha permitido producir más y llevar nuestros productos a todo el mundo, acceder a maquinaria e insumos para la producción, y que todos los ciudadanos podamos elegir y disponer de más productos. La apertura comercial nos ha dado #LibertadParaCrecer.
Sin embargo, hoy, el Gobierno que dice trabajar para el pueblo, pretende dictar medidas que atentan contra el bolsillo de la mayoría de peruanos y peruanas con el fin de beneficiar a algunos pocos. Medidas que destruyen esa política de libre comercio que tantos beneficios nos ha traído.
Indecopi publicó, el 24 de diciembre, la resolución de inicio de investigación para aplicar una salvaguardia a las importaciones de confecciones de 284 partidas arancelarias. Nada tendría de malo si se aplicase una medida de este tipo de acuerdo con la ley, ya que es un mecanismo válido en los acuerdos internacionales. Pero aquí se pretendería cumplir con una promesa de campaña hecha a algunos allegados al Gobierno, para lo cual se manipula la información del sector, se utiliza al Indecopi y se va en contra de lo que exige la normativa nacional e internacional.
¿Cómo esta situación nos afecta a todos los peruanos?
Primero, todos pagaremos un precio más alto por la ropa importada. Esto golpea, sobre todo, los bolsillos de los más vulnerables.
Segundo, miles de pymes importadoras y comerciantes de ferias y galerías que venden ropa y confecciones importadas, y que se ganan la vida honradamente, tendrán que gastar más para comprar mercadería, lo cual llevará a muchos a no tener otra alternativa que la informalidad o el cierre de sus negocios, y dejará sin empleo a miles de peruanos y peruanas.
Tercero, los países afectados aplicarán medidas en contra de las exportaciones peruanas en un claro “toma y daca”. ¿Acaso queremos entrar en una guerra comercial con China, por ejemplo? Esto será un duro impacto para nuestras exportaciones pesqueras, pues golpearía el sustento de miles de familias que viven del mar. El sector agroexportador también se verá afectado, al reducirse el empleo en el campo y entre los pequeños agroexportadores, especialmente. Incluso, podría afectar a los exportadores textiles. Es decir, por “favorecer” a unos pocos productores textiles, millones de ciudadanos nos veremos afectados. ¿Quién defiende nuestros derechos?
Cuarto, los miles de productores y pequeños empresarios textiles serán engañados. Esta medida no los beneficiará ni solucionará los problemas que sí aquejan al sector. Encarecer la ropa importada no los hará mágicamente más competitivos, no le dará más acceso a financiamiento, no les traerá maquinaria ni acabará con la informalidad, el contrabando o la subvaluación. Todos ellos problemas que sí requieren la atención urgente del Estado.
Por último, solo hace ocho meses, Indecopi y los ministros de Economía y Finanzas, Comercio Exterior y Turismo, y Producción decidieron cerrar una investigación similar, por no decir idéntica, indicando que no había elementos suficientes para aplicar salvaguardias a las confecciones. Nada ha cambiado desde entonces.
El libre comercio ha demostrado ser el camino correcto, pues ha traído beneficios para la mayoría de los peruanos. Esto debe siempre estar por encima de cualquier interés político o particular. No cometamos tremendo error.