Directora ejecutiva de ComexPerú
Hace 4 años, en diciembre del 2020, luego de una campaña liderada por el congresista de izquierda Lenin Bazán y una serie de protestas violentas en el norte y sur del Perú, se derogó la Ley 27360, más conocida como el Régimen de Promoción Agraria.
Dicha ley fue la clave para el boom del sector agroexportador y la generación de empleo formal en las zonas rurales de nuestro país.
Entre el 2004 y 2019, pasamos de tener 57,441 ha a 202,476 ha de agricultura moderna, lo que convirtió los desiertos de la costa en áreas fértiles de cultivo. Permitió, además, que la inversión privada llegara al campo, donde el Estado estaba poco o nada presente. En 15 años, la agroexportación se posicionó como el segundo sector exportador, después de la minería, con una tasa de crecimiento promedio anual del 13%. Se crearon 800,00 empleos formales, la participación laboral de la mujer se multiplicó por 8, y la recaudación del sector agrícola creció a una tasa promedio del 11% en el periodo 2005-2019, por encima del crecimiento de cualquier otro sector.
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¿Cómo está hoy el sector?
La nueva ley agraria fue una estocada para el dinamismo del agro, pues ha destruido el empleo rural, restado competitividad a la agroexportación y desalentado nuevas inversiones, que incluso migraron a otros países en busca de mejores condiciones. Los costos laborales se incrementaron y la informalidad laboral del sector llegó al 95.5% en el 2022. Desde entonces, no hay un anuncio de inversión importante en el sector.
A ello se sumó el golpe que sufrió el sector durante el Gobierno de izquierda de Pedro Castillo, por la destrucción de la institucionalidad y la tecnocracia. El agro sufrió mucho por la escasez de fertilizantes y la incapacidad del Gobierno para apoyar a la pequeña agricultura, así como por la anunciada segunda reforma agraria que, si bien no pasó de un discurso para la tribuna, afectó la seguridad jurídica y la predictibilidad para las inversiones.
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En el periodo enero-octubre de este 2023, las agroexportaciones cayeron 2.6%, la caída más fuerte en el rubro tradicional (-39.3%). Las exportaciones de café en grano cayeron 44.5% y el volumen de exportaciones de uva y arándanos caería 9% y 20% en la campaña 2023/2024, según los gremios de Provid y ProArándanos. Estimaciones de Macroconsult señalan que, en este año, las agroexportaciones caerían 0.9% por primera vez en 7 años.
Y, lo más grave, el empleo rural se ha destruido. Según el BCR, el empleo formal agroexportador se redujo 19.4% en septiembre de este año, es decir, 100,000 empleos menos que en el 2022. La Asociación de Gremios Agrarios del Perú (AGAP) ha señalado que solo en Chavimochic se han perdido 40,000 empleos.
Ese es el legado de la derogación del régimen de promoción agraria: destrucción del empleo formal, pérdida de competitividad e inversiones. La izquierda populista, como siempre, solo sabe destruir.
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