Escribe: Elena Conterno, especialista en políticas públicas.
Ante la situación caótica a nivel político y social, y el descrédito de los políticos, en Perú y otros países, la ciudadanía tiene la expectativa de que los líderes empresariales se involucren más en la solución de los problemas del país. Sobre el tema, el artículo “Cómo los CEOs pueden navegar un mundo polarizado” (de Pete Engardio, BCG) destaca que la ciudadanía está demandando que los líderes empresariales no solo sean líderes de su empresa, sino que sean también líderes de su comunidad, de su país. En Perú, una encuesta encargada por Capitalismo Consciente a IPSOS en marzo de 2024 muestra que 50% de ciudadanos considera que los empresarios deberían asumir mayor responsabilidad en la solución de los problemas del país.
En estricto, todos debemos involucrarnos: líderes empresariales, pero también abogados, periodistas, artistas, dentistas; todos. No creo que los ciudadanos se centren en los líderes empresariales y no en los otros por considerar que los demás no deben involucrarse. Creo más bien que es la esperanza de la ciudadanía en que los líderes empresariales sí pueden tener impacto, aún en situaciones complejas como las que atravesamos, lo que los lleva a tener la expectativa que se refleja en encuestas de opinión. La ciudadanía quiere ver a los líderes empresariales usando su capacidad de liderar equipos, inspirarlos y transformar organizaciones, su audacia en plantear sueños y articular energías, creatividad y pasión para alcanzarlos, y con ello lideren a sus comunidades para brindar más oportunidades y bienestar. Así, veamos como positivo que la ciudadanía tenga esta expectativa en los líderes empresariales.
Al respecto, en días pasados se desarrolló el evento ‘Liderazgo empresarial activista: factor clave para el desarrollo del país’, organizado por Capitalismo Consciente Perú, en que se buscó reflexionar sobre el involucramiento de los empresarios en la política. En la introducción al evento, los organizadores resaltaron la relevancia de que los empresarios tomen posición de manera pública sobre los temas del quehacer nacional, la marcha del gobierno y los retos que tenemos como país.
En el panel en que participé, se me preguntó, ¿por qué los lideres empresariales no participan más de la política? Veo dos razones principales. La primera es que para los empresarios este es mundo desconocido: desde conocer qué políticas deben cambiar y cómo, hasta saber discrepar de la autoridad, pasando por estar preparados para enfrentar a los medios de comunicación y transmitir sus mensajes. La segunda es porque tenemos un sistema fiscal / judicial que hace muy vulnerables a quienes se involucran, pudiendo afectar su salud mental y hasta su libertad. No es novedad que no hay confianza en que se imparta justicia; de hecho, según encuesta de Datum de marzo de 2024, 85% de peruanos no confía en el Poder Judicial y 73% en la Fiscalía de la Nación. Dos casos sonados de abuso del sistema fiscal / judicial contra líderes empresariales son la iniciativa Reflexión Democrática y el caso de Ricardo Briceño.
Sin perjuicio de lo anterior, considero que los líderes empresariales están volviendo a la política. Tenemos algunos líderes empresariales que empiezan a tener una voz en asuntos públicos, algunos a título individual y otros pareciera como una decisión empresarial de hacerlo. Tenemos además organizaciones vinculadas al mundo empresarial que sientan posición o difunden planteamientos sobre distintos temas del quehacer nacional: el Instituto Peruano de Economía (IPE) con sus informes periódicos; IPAE con diversas propuestas y recientemente impulsando el Pacto por la Educación; la Cámara de Comercio de Lima con sus planteamientos en formalización, seguridad, democracia y economía; Capitalismo Consciente identificando barreras para el progreso en 9 regiones con las cámaras de comercio, la sociedad civil y la academia; el Consejo Privado de Competitividad con diversas medidas; Redes analizando y difundiendo diversas políticas públicas, entre otros. Es decir, existe todo un ecosistema de organizaciones empresariales sentando posición.
Como destacó hace unos días Gianfranco Ferrari, una forma de involucrarse es financiando a organizaciones como las mencionadas antes. Y, como también destacó, hace falta además que más ciudadanos se involucren en política, y que en particular lo hagan los ciudadanos decentes y competentes.
Quisiera destacar que si bien la participación con voz en asuntos públicos de los líderes empresariales y otros líderes es importante, lamento resaltar que NO es suficiente. Como le escuché a Alfredo Bullard alguna vez, los partidos son a la democracia lo que las empresas son al mercado. Necesitamos que los partidos funcionen: que tengan democracia interna, ideas claras, transparencia, así como exigencia a sus miembros que vayan a ser candidatos y resulten autoridades.
Desde las empresas se puede promover la mejor actuación ciudadana de sus trabajadores y comunidades donde operan, promoviendo un voto informado, la vigilancia ciudadana y también la militancia en partidos políticos. Sobre lo último, las empresas deberían preguntarse, ¿qué dice o no dice la cultura de la empresa sobre el involucramiento de trabajadores en partidos políticos?
Todos debemos involucrarnos, no solo los líderes empresariales. Levantar la voz desde el empresariado o la sociedad civil no será suficiente. Necesitamos que la democracia representativa funcione.
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