Country Manager de Experian Perú
En la última década, la industria de los servicios financieros se ha transformado en línea con la innovación de las tecnologías, los cambios coyunturales y las demandas de los consumidores. Todo ello, teniendo como resultado la transformación digital de los servicios al consumidor.
En ese sentido, la transformación digital del sistema financiero incluye la digitalización de productos y servicios desarrollados a partir de nuevas tecnologías que colocan en el centro al cliente, y es que según el último estudio de Experian “Informe Global Insights 2021 - Fase 3″, el 90% de las empresas tienen una estrategia relacionada con el customer journey digital.
Pero, ¿para qué es necesaria la innovación? Los procesos de transformación tienen el potencial de crear un sistema financiero de acuerdo a las necesidades de los peruanos, facilitando el acceso a productos más intuitivos para simplificar y agilizar operaciones, así como impulsar el comercio electrónico, que en los últimos dos años se ha triplicado, y el uso de billeteras digitales, que según el estudio de Experian, son utilizadas por el 60% de los consumidores a nivel global.
De esta manera, el mayor uso de canales bancarios beneficia al sistema económico total y a la inclusión financiera de los peruanos, pues la innovación permite que desde un teléfono móvil se realicen un sin número de transacciones y operaciones, facilitando el uso de productos y servicios en zonas donde el internet fijo es de difícil acceso.
La innovación financiera promueve buenas prácticas, como el ahorro y el acceso al crédito, siempre sobre la base de una fuerte educación financiera del consumidor; y la bancarización, que facilita el acceso a todas las ventajas del sistema financiero, en el corto y largo plazo.
Cualquier innovación, más aún en el sistema financiero, debe contar con altos estándares de seguridad de datos, de modo que sea posible brindar tranquilidad y confianza a los consumidores que buscan bancarizarse. El 55 % de los consumidores considera que la seguridad es el factor más importante en su experiencia digital; y por ello, las empresas buscan aumentar los presupuestos de gestión del fraude.
Finalmente, mejorar la oferta de productos y servicios al cliente siempre tiene que estar apalancado y robustecido con una fuerte educación financiera que beneficie a la sociedad en su conjunto y pueda tomar mejores decisiones.