(G de Gestión) Confieso que no sabía nada sobre el conflicto productivo, y menos sobre la posibilidad de tornar los conflictos tóxicos en productivos hasta que, leyendo material de LHH para un taller, descubrí el concepto y cómo aplicarlo. Me quedé deseando haber sabido antes de esto, en beneficio de mi carrera e, incluso, de mi vida personal. Pero nunca es tarde para aprender. Comparto algunas de las ideas que hoy ya aplico:
1. El conflicto en el trabajo es una situación común. Sin embargo, generalmente es el tipo equivocado de conflicto.
2. La primera reacción de muchas personas cuando se trata de conflictos es evitarlos. Puede ser que no crean en el conflicto o que piensen que nada bueno puede salir de él.
3. Evitar el conflicto puede ponernos en una pendiente resbaladiza que conduce al pensamiento de grupo o a la peligrosa uniformidad.
4. El conflicto es el proceso en el que una parte percibe que sus intereses están siendo opuestos o afectados negativamente por otra parte, lo que resulta en disfunción.
5. En el conflicto improductivo la mirada es hacia atrás, en espiral y estancada; es personal y centrada en una respuesta correcta. Limita la capacidad de las personas y de los equipos para tomar buenas decisiones. Es tóxico.
6. En el conflicto productivo se busca avanzar, es abierto, expresivo y está centrado en mejorar la calidad del resultado. La mirada está basada en solucionar, lo que lo hace importante, saludable y esencial.
7. El conflicto productivo hace avanzar las cosas de una manera respetuosa y centrada en el tema. Si bien puede ser incómodo durante el proceso, dará como resultado mejores soluciones y relaciones más sólidas.
8. El conflicto productivo puede animar a las personas a debatir temas y a evaluar alternativas más a fondo; a probar y sondear la forma de pensar de los demás para comprender mejor los problemas subyacentes que deben abordarse.
9. También puede poner a prueba la lógica de las decisiones y alentar a los participantes a reexaminar sus supuestos básicos sobre el problema y su posible solución.
10. Para promover el conflicto productivo sirve adoptar una actitud de curiosidad en términos del punto de vista de la otra persona para quizá tratar de aprender de ella, de su perspectiva, y, así, revisar nuestras suposiciones y hacer más preguntas.
11. Es clave enfrentar las conversaciones difíciles directamente y con coraje, considerando que múltiples perspectivas puedan ser ciertas al mismo tiempo.
12. Es muy importante también plantear las preocupaciones y los problemas abiertamente, sin chismear.
13. Para promover el conflicto productivo es vital tratar de mantener el ego bajo control y la mente abierta a los diferentes puntos de vista y a las distintas opiniones antes de tomar una decisión.
14. Y nada como invertir tiempo para conocer a las personas con las que trabajamos o interactuamos, sus similitudes y diferencias. Eso ayuda a abrir la mente a sus ideas y, ojalá, a tornar conflictos potencialmente tóxicos en conflictos productivos, en beneficio de todos.
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Presidente LHH DBM Perú & LHH Chile y autora de Usted S. A. (21 ediciones). Ha figurado en el top 15 Merco durante 8 años consecutivos. También es LinkedIn Top Voice, speaker, directora de empresas y ONG, y presidente de The SafeStorage Co.
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