
Escribe: Miluska Gutiérrez Vega, Asociada Principal en Garrigues
(8 de agosto del 2025) La inteligencia artificial (IA) es una realidad que está transformando radicalmente el sector financiero global. Desde modelos de riesgo más precisos hasta atención al cliente automatizada y personalizada, la IA promete eficiencia, reducción de costos y mejoras en la experiencia del usuario.
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En el Perú, sin embargo, este entusiasmo por la innovación contrasta con un escenario normativo que apenas empieza a prepararse para los desafíos de esta tecnología. La pregunta no es si debemos regular la IA en las finanzas, sino cómo hacerlo sin frenar su desarrollo. El reto de los reguladores consiste en equilibrar la promoción de la innovación con la protección de los consumidores y la estabilidad del sistema financiero.
¿Cómo avanza la IA en las finanzas peruanas?
La IA en el sector financiero peruano está en una fase incipiente, pero prometedora. Aunque sus aplicaciones prácticas aún no están totalmente masificadas, hay señales claras de que su impacto será significativo en áreas como la evaluación crediticia, la detección de fraudes, la personalización de productos y la gestión de riesgos. La automatización ya permite atender a clientes 24/7, ofrecer productos a medida y anticipar comportamientos de consumo.

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Los riesgos que no se pueden ignorar
Sin embargo, la IA también implica riesgos no menores: modelos opacos y difíciles de explicar, datos sesgados, uso indebido de información personal, ciberataques, pérdida de puestos de trabajo y concentración del mercado en pocos actores. Además, el uso masivo de algoritmos en decisiones críticas (como la aprobación de un préstamo) podría afectar derechos fundamentales si no se garantiza la transparencia.
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Lecciones del escenario internacional
A nivel internacional, ya existen enfoques regulatorios que se vienen aplicando en el uso de esta tecnología: (a) el basado en principios (Reino Unido, Singapur) y (b) el basado en normas (Unión Europea), que clasifica los sistemas según su nivel de riesgo y establece obligaciones diferenciadas para cada categoría. Este último parece el más sensato: regula más cuando el riesgo es mayor y permite mayor libertad donde el impacto es menor. En el Perú, la SBS ha avanzado en modernizar su marco normativo con regulaciones sobre seguridad de la información, riesgos de modelo y protección de datos personales, alineadas con estándares internacionales. No obstante, no existe aún una norma específica para la IA.
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Una hoja de ruta para regular la IA en finanzas
Cobra importancia el diseño adecuado de una estrategia de regulación de la IA en el sistema financiero peruano que sea flexible, técnica y con enfoque de riesgos. Una hoja de ruta podría tener cinco pilares: definición legal clara de IA, regulación basada en riesgos, transparencia y explicabilidad, protección de datos personales, y capacitación y supervisión técnica.
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El Perú tiene la oportunidad de construir una regulación moderna, dinámica y adaptada a su contexto, que permita aprovechar los beneficios de la IA en las finanzas sin comprometer la confianza del consumidor ni la estabilidad del sistema financiero. El objetivo debe ser doble: proteger a los usuarios finales y, al mismo tiempo, estimular la innovación. La IA ya se ha consolidado como una de las tecnologías más transformadoras en el sector financiero. El reto de los reguladores es encontrar el equilibrio adecuado entre innovación y control, asegurando que el avance tecnológico se traduzca en un sistema financiero más eficiente, seguro e inclusivo.