
Escribe: Saúl Chrem, CEO de Xertica
La productividad está entrando en una nueva era. En 2025, más del 60% de las organizaciones globales ya integran IA generativa en alguna operación, según Gartner. Aunque la adopción se concentra en países del G7, los beneficios comienzan a permear en regiones emergentes como América Latina. La inteligencia artificial ya no es un lujo reservado a gigantes tecnológicos: es una palanca que transforma cómo trabajamos y cómo los gobiernos gestionan servicios públicos. Ejemplos como Google Workspace con Gemini, que organiza correos y redacta documentos en segundos, o la alianza de OpenAI y PwC para entrenar modelos aplicados a procesos legales y financieros, muestran cómo esta tecnología se vuelve cotidiana y accesible.
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¿Qué significa realmente productividad con IA?
Sin embargo, la verdadera revolución no está en la tecnología en sí, sino en cómo la usamos. Productividad no significa únicamente “hacer más”, sino hacer mejor, con ética y visión estratégica. El World Economic Forum estima que la IA puede incrementar en 7% la productividad global hacia 2030, ampliando la inclusión y reduciendo brechas de acceso a servicios esenciales. Por ello, el factor humano debe permanecer siempre en el centro: la tecnología debe liberar nuestro tiempo para que las personas nos concentremos en tareas de mayor valor.

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¿Por qué América Latina es un terreno fértil para la IA
América Latina es un terreno fértil para esta transformación. En contextos donde los recursos son limitados, el impacto de la IA puede ser aún más profundo. Brasil y Chile ya avanzan en su aplicación en juicios, diagnósticos médicos y gestión de ciudades inteligentes. Un caso ilustrativo es el del Ministerio Público de Rio Grande do Sul (MPRS), que enfrentaba cuellos de botella en la transcripción de videos judiciales. Gracias a la IA generativa, logró reducir en 90% el tiempo de análisis, liberando a fiscales y técnicos de tareas operativas. Entre noviembre de 2024 y julio de 2025 se procesaron más de 23,000 videos, lo que representó un ahorro de 11,500 horas de trabajo humano.
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¿Cuál será el impacto económico de la IA en la región?
Las oportunidades para la región son inmensas. McKinsey calcula que 1,200 millones de horas laborales podrían liberarse cada año en América Latina si se aplicara la IA en sectores intensivos en documentación. Por su parte, el Banco Mundial estima que la automatización inteligente podría aumentar en 5% el PBI regional en la próxima década. No obstante, la OCDE advierte que el éxito dependerá de nuestra capacidad de formar talento digital y garantizar que la inteligencia artificial sea una herramienta para reducir, y no ampliar, las brechas sociales.
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IA con propósito: ¿cómo asegurar un impacto positivo?
La verdadera productividad no consiste solo en acelerar procesos, sino en potenciar el talento humano y multiplicar el impacto positivo. La IA puede convertirse en el gran ecualizador de nuestra era si se aplica con propósito, estrategia y visión inclusiva. La pregunta ya no es si vamos a usarla, sino cómo vamos a liderar su uso responsable en beneficio de las personas y la sociedad.