Presidenta de la Asociación de AFP (AAFP)
La discusión sobre un nuevo sistema previsional suele contemplar la necesidad de una reforma laboral que permita ampliar la base contributiva y generar mayores pensiones para todos. Esto, hasta ahora, no ha sucedido. No obstante, mejorar el acceso a pensiones resulta impostergable.
En el Perú, solo 3 de cada 10 peruanos aportan a un sistema previsional. Además, el país camina hacia un envejecimiento poblacional y a una menor tasa de natalidad, lo que unido a los sesgos que priorizan el gasto en el corto plazo y la poca educación financiera, contribuyen a que pocos ahorren de manera constante para su jubilación. Por ello, es necesario priorizar la cobertura universal que garantice una pensión mínima en la jubilación, independientemente de la condición laboral.
Pensar en el corto plazo impedirá que los peruanos reciban pensiones adecuadas en el futuro. Evidencia de ello son los seis retiros de los fondos previsionales. Esto significó la salida de cerca de S/ 90,000 millones y que 2.3 millones de afiliados se quedaran sin fondos para su vejez.
En contraste, pensar en el largo plazo permitirá que más peruanos puedan contar con pensiones. De acuerdo con las proyecciones de la AAFP, un afiliado que percibe un salario mínimo al mes (S/ 1,025) y realiza aportes por 35 años, al jubilarse obtendría una pensión de S/ 1,036. Esta pensión estaría financiada por aportes y rentabilidad, en una proporción de 21% y 79%, respectivamente.
La mejor forma de lograr un sistema de pensiones inclusivo y solidario es propiciando una reforma basada en un esquema de pilares con capitalización individual, ya que este mecanismo es el más eficiente para hacer crecer los fondos de los trabajadores en el largo plazo. De hecho, de cada S/ 300 en el fondo total de pensiones, S/ 200 son generados por la rentabilidad que ha producido el Sistema Privado de Pensiones (SPP) en sus 30 años de existencia.
Este sistema de pensiones estaría compuesto por:
1 ) Pilar no contributivo, con un capital semilla que permita a todos los peruanos alcanzar una pensión similar a la que otorga Pensión 65, con una cobertura 10 veces mayor al mismo costo.
2 ) Pilar contributivo obligatorio, que garantice una pensión mínima para todos los trabajadores que alcancen como mínimo 10 años de aportes.
3 ) Pilar contributivo voluntario, basado en la contribución equiparada. Por cada sol que el trabajador aporte, el Estado realizaría un aporte similar hasta que alcance una pensión mínima. Este mecanismo fomentará el ahorro previsional entre los trabajadores independientes e informales.
Esta propuesta incluye la devolución del 1% del IGV que paga cada peruano anualmente, con el fin de universalizar el acceso a pensiones, usando mecanismos de distribución que impidan que esta medida sea regresiva.
Igualmente, se propone implementar una modalidad adicional de comisión, denominada comisión por desempeño, y nuevas alternativas digitales que permitan a los trabajadores, sobre todo a los independientes e informales, contar con mayores facilidades para la afiliación, pago de sus aportes y revisión de sus estados de cuenta.
No debemos perder de vista que la meta principal es una pensión adecuada para los adultos mayores. Pero esto no será posible si se siguen impulsando propuestas que destruyen el sistema previsional con retiros. Construyamos nuestro futuro, en vez de destruirlo.