
Escribe: Marco Merino, Managing Director Head of FX - BBVA Perú
(27 de noviembre del 2025) El 2025 encamina su cierre con un tipo de cambio fortalecido y en niveles que pocos anticipaban a inicios de año. Hace solo seis meses, los modelos de probabilidad de tipo de cambio asignaban apenas un 8% de posibilidades a un dólar por debajo de S/ 3.40. Sin embargo, la combinación de factores externos y domésticos generaron un entorno especialmente favorable para el sol, generando ciertas dudas sobre sus próximos movimientos.
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¿Qué ocurrió durante el 2025?
La apreciación de la moneda local no ha sido un fenómeno aislado. En la región, la mayoría de divisas latinoamericanas se fortalecen más de 10% en este año, reflejando un ambiente externo más benigno y un renovado apetito por mercados emergentes. El detonante principal ha sido el ciclo de recortes de tasas de la Reserva Federal, lo cual propició la debilidad del dólar globalmente. A esto se suman términos de intercambio históricamente altos para Perú: nuestras exportaciones lucen relativamente más valiosas frente al costo de las importaciones, impulsando mayores ingresos de divisas y reforzando la oferta de dólares.

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En paralelo, el Banco Central ha mantenido una presencia activa en el mercado cambiario. A través del manejo de su cartera de derivados, permitió el vencimiento de alrededor de S/ 18 mil millones en swaps cambiarios generando una demanda neta de dólares y moderando la presión apreciatoria. Además, en el mes de noviembre el BCR intervino directamente con compras en el mercado spot —algo que no se veía desde 2020 y que si bien no fija un nivel de la moneda, tiene como intención suavizar los movimientos excesivos del tipo de cambio. Es importante notar que vivimos una cierta complacencia general del mercado ante eventos disruptivos como el cambio de presidente, el cual en otro contexto tendría impacto sobre las variables financieras y el tipo de cambio.
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¿Qué cabe esperar hacia el cierre del 2025?
Los fundamentos macroeconómicos y los flujos de mercado seguirán favoreciendo al sol en el corto plazo, pero nos acercamos a niveles en el que en términos reales y relativos la moneda local empieza a lucir cara. No es sorpresa entonces que en este contexto tengamos a un Banco Central activo en el mercado cambiario. Una debilidad general del dólar podría mantener esta tendencia apreciatoria por lo que es importante observar no solo la decisión de la Reserva Federal en diciembre, sino también la reacción del BCR considerando la alta probabilidad de recorte de tasas en EEUU.
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¿Qué podría ocurrir a inicios del 2026 con el tipo de cambio?
La historia podría cambiar con el panorama para inicios de 2026 el cual incorpora un elemento clave: el proceso electoral. Aunque por ahora no se tiene la percepción de candidatos que puedan amenazar la estabilidad del modelo económico, la experiencia muestra que los escenarios pueden cambiar con rapidez y que los agentes ajustan posiciones ante eventuales riesgos. En ese marco, diversas empresas ya adelantan compras de dólares y estrategias de cobertura aprovechando los niveles actuales. El mercado forward sigue siendo la herramienta más utilizada, mientras que las opciones de tipo de cambio —un instrumento menos utilizado pero que funciona como un seguro cambiario— surgen como alternativa eficiente para gestionar escenarios de mayor incertidumbre.
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En suma, este fin de año llega con un mensaje claro: la moneda peruana exhibe solidez, pero el 2026 exigirá prudencia, planificación y una gestión activa del riesgo cambiario por parte de empresas e inversionistas.







