
Escribe: Javier Gamboa, gerente de inversiones de RIMAC
( 2 de mayo del 2025) A lo largo de la historia moderna, el estatus del dólar estadounidense como activo refugio global ha estado respaldado por varios factores clave. En primer lugar, el sistema político de Estados Unidos, con sus controles y equilibrios, asegura un marco de gobernanza estable, lo cual ha sido crucial para mantener la confianza en su moneda.
LEA TAMBIÉN: Los países están siendo hostigados con aranceles bilaterales desmesurados
Por su parte, el poderío militar de Estados Unidos permite proteger las rutas comerciales globales y cumplir el orden internacional, reforzando aún más el papel del dólar como activo refugio. Esta dominancia militar asegura que pueda salvaguardar sus intereses económicos y los de sus socios comerciales, reforzando la seguridad que los inversionistas buscan en una moneda refugio.
LEA TAMBIÉN: El Perú de los dos trabajos
Finalmente, el tamaño y la liquidez de sus mercados de capitales son sobresalientes. La capitalización de mercado de US$48 billones en acciones y US$62 billones en el mercado de bonos proporcionan profundidad y liquidez, así como también la capacidad de absorber grandes flujos de capital sin una volatilidad significativa, una característica clave de un activo refugio.
LEA TAMBIÉN: ¿La prueba siempre recae en el contribuyente? La clave en los procesos tributarios
Sobre este último punto es que se basa fuertemente la capacidad refugio del dólar. Se necesita un mercado líquido que permita entrar y salir de manera rápida en función a la nueva información económica y financiera que llega al mercado. Así, el activo refugio por excelencia ha sido el bono del tesoro americano, conocido en la literatura financiera como el activo libre de riesgo, que, con sus US$27 billones negociables, permite una profundidad y liquidez sustancialmente mayores que las de otras economías desarrolladas.
LEA TAMBIÉN: El precio de una cuota política: adiós al centro epidemiológico
La reciente volatilidad en los mercados ocasionada por la guerra comercial y la fuerte imposición de tarifas por parte de Donald Trump, está poniendo en cuestionamiento si el dólar y los bonos del tesoro están perdiendo su capacidad de activo refugio. En efecto, a diferencia de crisis pasadas, el dólar se ha depreciado desde su punto más alto este año ( -10%), y la tasa del bono del tesoro a 30 años se ha incrementado 40 puntos básicos, mientras que el oro ha subido +12% en abril y las tasas de los bonos alemanes han caído 25 puntos básicos.
LEA TAMBIÉN: Precios de acciones bajan con fuerza por política de Trump: ¿Qué hacemos?
Este atípico price action sugiere que los inversionistas estarían valorando un deterioro del estatus de refugio del dólar y de los bonos del tesoro americano. En otras palabras, estarían incrementando ligeramente la probabilidad de que Estados Unidos no cumpla con sus obligaciones de deuda (por lo cual exigen mayores rendimientos) y prefieren estacionar sus flujos de refugio seguro en bonos alemanes y oro.
LEA TAMBIÉN: Dólar en abril: razones detrás de la fuerte volatilidad en el tipo de cambio
Por su parte, las tendencias del mercado de crédito también demuestran la misma tendencia. Los spreads de crédito de bonos corporativos estadounidenses de rating AAA se han reducido durante el último mes, lo que significa que los inversionistas ven los bonos calificados AAA como un activo algo menos riesgoso en comparación con los bonos del tesoro.
La pregunta por responder es si nos encontramos ante un cambio estructural o todo es parte de ruido político temporal. Lamentablemente, la administración Trump, por ahora, es poco predecible, y la magnitud del cambio dependerá de las políticas fiscales y comerciales que termine implementando el gobierno norteamericano. Sin embargo, si el crecimiento de Estados Unidos se desacelera, la administración Trump no logra mejorar la posición fiscal y continúa con las políticas proteccionistas, el dólar estadounidense podría continuar con una tendencia bajista en los próximos meses.