
Escribe: Patricia Gastelumendi Lukis, gerente corporativa de Finanzas de Ferreycorp y miembro de WCD
No sorprende que en muchas empresas exitosas prevalezca una feliz relación: entre el gobierno corporativo y la adopción de prácticas sostenibles. Una gobernanza robusta en las organizaciones asegura una adecuada toma de decisiones y rendición de cuentas, con un compromiso permanente con la transparencia, y al mismo tiempo, promueve que los principios de sostenibilidad formen parte de la estrategia empresarial.
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En esta línea, los directorios tienen un rol clave, pues no solo supervisan el desempeño financiero y la rentabilidad del negocio sino también el alineamiento de las decisiones estructurales con las dimensiones ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) incluyendo aspectos relacionados con el cambio climático, políticas de recursos humanos relacionadas con el bienestar, seguridad diversidad e inclusión, desarrollo de proveedores, ambientes de control de riesgos y compliance.

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La creación de comités de directorio, incluyendo uno con foco en Gobierno Corporativo y Sostenibilidad, con la inclusión de perfiles independientes con experiencia en estos temas y el uso de indicadores clave son señales de una evolución hacia una gobernanza moderna y consciente.
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Estos esfuerzos bien merecen la pena. Organismos como la OCDE y el IFC han documentado ampliamente cómo las empresas con buenas prácticas de gobierno corporativo y de sostenibilidad no solo acceden a mejores fuentes de financiamiento, sino que también reducen sus riesgos regulatorios, operativos y reputacionales. Estas organizaciones presentan un mejor desempeño financiero, mayor resiliencia ante crisis y un posicionamiento más sólido frente a inversionistas institucionales.
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Estudios del Foro Económico Mundial, de BlackRock y de otros organismos nos hablan de un círculo virtuoso: las empresas con buen desempeño en sostenibilidad gestionan mejor sus riesgos, atraen talento, innovan con propósito y fortalecen la fidelización de sus clientes.
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El vínculo entre gobernanza, sostenibilidad y acceso al capital es cada vez más evidente. Las compañías que adoptan estructuras claras divulgan información financiera, que incluye indicadores y no financiera, de forma oportuna, y cuentan con políticas ambientales y sociales bien definidas son percibidas como inversiones más seguras. Esto se traduce en condiciones crediticias más favorables, menor prima de riesgo y una mejor valorización del mercado.
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En el Perú, el Código de Buen Gobierno Corporativo para las Sociedades Peruanas, que establece lineamientos alineados con estándares internacionales, y que actualmente se está reformulando, busca ampliar y fortalecer el reporte de cumplimiento corporativo en el país a través de nuevas exigencias de divulgación y prácticas asociadas a sostenibilidad.
Fortalecer el gobierno corporativo con enfoque en sostenibilidad protege la reputación de las empresas y potencia su legitimidad; impulsa su crecimiento en el tiempo; y les ayuda a adaptarse con agilidad a los desafíos de los tiempos. En un entorno donde consumidores, inversionistas y colaboradores valoran cada vez más la ética, integridad y la sostenibilidad, este es un importante diferenciador en el mercado y, a la vez, un fundamento estratégico para proyectarse al éxito futuro.