
¿Tiene lógica aumentarle el sueldo a alguien que ha demostrado extrema incapacidad en su trabajo? El desprecio por la meritocracia fue sello distintivo del régimen de Pedro Castillo, pero su sucesora, Dina Boluarte, no mostró interés, mucho menos voluntad, para enmendar el rumbo. La opacidad e ineptitud de buen número de sus ministros y ministras sería prueba suficiente, pero también hay que recordar que con su firma –o su silencio– ha avalado leyes aprobadas por el Congreso que decretan contrataciones y aumentos salariales, sin evaluaciones previas.
LEA TAMBIÉN: Un respiro para las empresas en la gestión de riesgos financieros, ¿cuál es?
Y ahora, la propia presidenta pretende subirse la mensualidad. O quizás la iniciativa haya sido de su principal subalterno, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén. Lo cierto es que la PCM ya cuenta con un informe “técnico” del MEF que respalda ese despropósito –porque Boluarte ha mostrado completa ineptitud– y concluye que la mandataria no debe percibir S/ 16,000 sino S/ 35,568. El informe hace un análisis comparativo del sueldo presidencial del Perú con los de otros países de América Latina y con los que perciben altos funcionarios del país que laboran bajo el esquema del servicio civil, tales como los miembros de la JNJ y el TC, ministros, viceministros y organismos reguladores.
LEA TAMBIÉN: Tanques por la tarde e inteligencia artificial: Lo que nos dice el ensayo de la OTAN
La baja remuneración presidencial tiene su origen en un arranque demagógico de Alan García, quien en su segundo Gobierno la redujo a la mitad. También “mochó” las de ministros y viceministros, aunque dicho corte fue revertido por su sucesor, Ollanta Humala, pero no modificó el suyo. Tampoco lo hicieron los presidentes que siguieron. Cabría preguntarse si algunos no se animaron por temor a la reacción pública, algo que a Boluarte y Adrianzén no les preocupa, pues viven de espaldas a la realidad.
LEA TAMBIÉN: ¿La revolución de las APP?
Es que la noticia, revelada por Panamericana, llega en un momento particularmente inoportuno para el Gobierno: el vergonzoso manejo de la crisis ocasionada por el secuestro y asesinato de trece trabajadores mineros en Pataz y la confirmación de que Boluarte se sometió a cirugías estéticas, abandonó su cargo y le mintió al país.
LEA TAMBIÉN: Perú debe reducir fuerte atomización del Congreso en medio de tensiones globales
Lo irónico es que el informe del MEF, por querer parecer serio y exhaustivo, cita a Adam Smith con argumentos que juegan en contra de la presidenta: “… los salarios tienden a variar de acuerdo con el grado de confianza que se deposita en el trabajador, el riesgo asociado a su labor, la inversión previa en formación, así como las actividades que este realiza”. Más allá de su gusto por los actos protocolares, Boluarte no está cumpliendo sus funciones. No merece ganar más.