
ALIANZAS NECESARIAS. La fragmentación sin precedentes de la oferta política que vivimos en las Elecciones Generales 2021 fue bautizada por el politólogo Carlos Meléndez como una campaña de ‘mini candidatos’. Hoy, a menos de dos meses de que venza el plazo para solicitar la inscripción de alianzas electorales para las Elecciones Generales 2026 (los partidos tienen hasta el 2 de agosto para hacerlo), preocupa sobremanera que continuemos viendo una campaña liderada por ‘mini precandidatos’.
Ninguna de las actuales alternativas está cerca de llegar siquiera al 20% de intención de voto, lo que sí pasaba a un año de las elecciones del 2001, 2006, 2011 y 2016. Según varias de las últimas encuestas electorales sobre el proceso del próximo año, hoy la campaña la vienen liderando algunos de los mismos nombres que compitieron en el 2021: Keiko Fujimori (aunque también parece ser quien genera mayor rechazo), seguida por Rafael López Aliaga, Hernando de Soto y, más atrás, por César Acuña. Aunque en el caso de De Soto, recientemente se ha sabido que es probable que ya no se presente, dadas las diferencias que ha tenido con el partido que lo albergaba.
A ellos se les suman algunas nuevas precandidaturas, como las de Carlos Álvarez, Alfonso López-Chau, Rafael Belaunde y Philip Butters. Aunque, una vez más, ninguno supera hoy el 10% de intención de voto. En el caso de Álvarez, además, podría terminar ocurriendo lo mismo que con De Soto, de confirmarse sus propias diferencias con el partido por el que pensaba postular.
LEA TAMBIÉN: Zafarrancho mype
Así las cosas y, con 43 partidos políticos inscritos con opción de participar en las próximas elecciones, si nada cambia en las próximas semanas, podríamos estar perdiendo la última oportunidad de evitar un escenario tanto o más fragmentado que en el 2021. Algo que implicaría que, como aquella vez, la incertidumbre sobre quiénes podrían pasar a la segunda vuelta presidencial se mantendría hasta el final. Y que, por lo mismo, en la práctica podría ganar cualquier opción que, sea por azar o por una combinación de estrategia y buena suerte, logre hacerse más popular en las últimas dos o tres semanas.
En un contexto crítico de enfrentamiento contra el crimen organizado y mafias como las de la minería ilegal, que ya participan en política, el costo para nuestro país de que los actuales precandidatos democráticos no logren ponerse de acuerdo y formar alianzas podría terminar siendo demasiado alto. Más de lo que pueda aguantar nuestra ya frágil debilidad institucional.
LEA TAMBIÉN: Anodina
Es urgente que los políticos honestos comprendan lo crucial que resulta que pongan al país por encima de todo y que logren conformar alianzas, incluso con personas que piensen distinto. Y por supuesto, que se hagan responsables de todas las personas a las que lleven en sus filas. Esperemos que así sea.