
Petróleo. En términos de reservas de petróleo y potencial de producción, el Lote 192 es el más grande del país. Está ubicado al noroeste del departamento de Loreto. Pero se encuentra inoperativo desde febrero del 2020, cuando estaba a cargo de la empresa de capitales canadienses Frontera Energy –lo devolvió en febrero del 2021, cuando venció el respectivo contrato de servicios–. En julio del 2022, durante el régimen de Pedro Castillo, fue adjudicado a Petroperú, de manera directa.
La empresa estatal publicó una nota de prensa que resaltaba que su “reingreso” a la explotación petrolera en la selva, después de 26 años, “es un gran hito para su estrategia de integración vertical, con lo cual fortalecerá su desempeño corporativo y competitividad dentro del sector hidrocarburos”. La producción sería destinada a la refinería de Talara. Pero Petroperú nunca pudo reiniciar operaciones en su flamante concesión.
La misma nota de prensa precisó que el lote “tiene una complejidad técnica (alta producción de agua que es necesario reinyectar), económica (costo de producción), ambiental y social; lo que requiere importantes inversiones”. Y Petroperú carecía (y carece) de capacidad y recursos para asumir tales responsabilidades. Ni siquiera tenía liquidez para cumplir obligaciones de corto plazo –en mayo del 2022, recibió un préstamo del MEF por US$ 750 millones y, en octubre, el régimen de Castillo aprobó un multimillonario rescate financiero–.
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Así que la única salida era asociarse con alguna empresa que se hiciera cargo de la operación. Eso recién ocurrió en febrero del 2024, con la canadiense Altamesa Energy, a la que Petroperú cedió el 61% de participación en el lote. En vista que había que realizar tareas de adecuación, la producción no pudo reiniciarse, y no transcurrieron ni doce meses para que surgieran problemas: la nueva operadora afrontaba dificultades financieras, además que surgieron tensiones con comunidades nativas. En febrero de este año, Altamesa abandonó el lote, con una deuda que bordearía los US$ 30 millones que Petroperú tendrá que asumir, pese a su precaria situación financiera.
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La petrolera estatal ha lanzado una licitación para escoger un nuevo socio, pero hasta el pasado 20 de abril, no definía el porcentaje de participación que le cedería. En medio de todo este enredo, la Contraloría identificó incumplimientos de obligaciones al contrato de licencia del lote y cuestionó los criterios para que Perupetro adjudique lotes, sin concurso, a Petroperú, incluido el 192. ¿Cuánto más habrá que esperar para que las cosas se hagan bien?