
Los términos de intercambio indican la relación entre los precios de las exportaciones y los precios de las importaciones. Esta explicación, que figura en el sitio web del BCR, es fácilmente entendible, aunque las complicaciones surgen cuando entra a tallar el cálculo del indicador: es el coeficiente entre el índice de precios de las exportaciones y el de las importaciones. Tales índices son el resultado de metodologías que toman en cuenta canastas de bienes que el país intercambia, así como la ponderación asignada a cada socio comercial. Por ejemplo, China tiene más peso que, digamos, India.
Aunque se trata de un indicador de comercio exterior, que tiene efectos sobre otros como la cuenta corriente y, por ende, la balanza de pagos, los términos de intercambio también tienen impacto en las cuentas fiscales. Si hay aumento de precios de las exportaciones, las empresas exportadoras obtendrán más ingresos y ganancias y, por tanto, contribuirán con mayores impuestos, lo que redunda positivamente en la recaudación. En tanto, una baja en los precios de importaciones estimula la compra de bienes de capital e insumos, lo cual favorece el crecimiento económico en el mediano plazo.
El Perú se encuentra en un ciclo de alza de sus términos de intercambio –tanto por subida de precios de sus exportaciones como por la reducción de los de sus importaciones–, pero sus cuentas fiscales no lo reflejan. El MEF tuvo que revisar al alza su meta de déficit fiscal el 2023 y el 2024. Si bien los factores del mediocre desempeño fiscal no han estado relacionados con el comercio exterior, no todos han sido exógenos; es el caso de la informalidad de la economía peruana o la dadivosidad del Congreso con el gasto público.
Para este año, el BCR proyecta un aumento de 9.9% en los términos de intercambio del país (12.6% el 2024), ante el alza de las cotizaciones del cobre y el oro, entre otros minerales, y la reducción de la cotización del petróleo –el Perú es importador neto de este commodity–. El MEF, en su Marco Macroeconómico Multianual (MMM), opta por un cálculo optimista: aumento de 12.4% este año, por los mismos motivos planteados por el BCR, pero con mayores alzas para cobre y oro, y caída más pronunciada para el petróleo.
El Consejo Fiscal (CF) ha advertido que el MEF ha cambiado su enfoque, pues en anteriores MMM mostraba una postura conservadora. Es que los precios de los commodities son altamente volátiles y la incertidumbre que aqueja a la economía global obligan a ser prudentes en proyecciones de indicadores que tienen efecto sobre la política económica.