AVANCES. El 2015, la ONU aprobó 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), que deberán ser cumplidos en el 2030. La mayoría es de índole socioeconómica –fin de la pobreza, hambre cero, agua limpia y saneamiento, educación de calidad, salud y bienestar, igualdad de género, acción por el clima–, aunque también figuran el uso de energía no contaminante, industria, innovación e infraestructura, producción y consumo responsables, entre otros. El Perú, que suele suscribir este tipo de acuerdos con entusiasmo y anunciarlo con pompa, no ha avanzado mucho. Esto no es ninguna sorpresa, si se recuerda la escasa visión a futuro que han exhibido casi todos los Gobiernos recientes.

Faltando la mitad de tiempo para que venza el plazo, el Perú muestra un progreso de 50.8%, según el INEI, que es la agencia encargada de monitorear los ODS en el país. A simple vista, parece que estamos por buen camino, pero la realidad es que falta lo más complicado. Por ejemplo, el mayor avance es en educación (75%), pese a que hay mucho por hacer en cuestión del aumento de la oferta de docentes calificados, construcción de colegios adecuados a las necesidades de los alumnos y entornos no violentos –el bullying escolar es un problema que se agrava–. En cuanto a la pobreza (69% de avance), en lugar de reducirse, ha crecido, tanto la monetaria como la multidimensional.

Los ODS en los que el Perú está muy retrasado también son los más difíciles de abordar. Es el caso de la producción y consumo responsables (8% de avance), pues hará falta un cambio de conductas y actitudes que es poco probable que se logren en siete años y medio. En acción por el clima (13%), en repetidas ocasiones hemos señalado en esta columna la falta de compromiso de las autoridades, a pesar de que nuestro país es uno de los más vulnerables al cambio climático. Hay otros ODS que requieren mucha más atención y acciones decididas, como reducción de desigualdades, construcción de alianzas para lograr los objetivos, y ciudades y comunidades sostenibles.

Así las cosas, es poco probable que el Perú cumpla los ODS al cierre del 2030, pues los pilares que deben sostener el trabajo son endebles. Un informe de Cepei (Gestión 15/06/2023) señala los principales: calificación cero en participación de los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) para implementar la agenda, y el mismo puntaje en comunicación y en construcción de alianzas con múltiples actores; es decir, hay ausencia de liderazgo. Para el Gobierno y el Congreso, el único plazo que importa vence el 28 de julio del 2026.