Editorial: Un tanto demorados

TASA DE INTERÉS. El Banco Central de Reserva (BCR) es conocido, como la mayoría de bancos centrales del mundo, por su prudencia. Las decisiones de la entidad, que es responsable de la política monetaria del país, responden al análisis de tendencias en factores como las expectativas macroeconómicas , así como el comportamiento de la economía global. Por ello, se toma su tiempo para modificar herramientas como la tasa de interés de referencia o el encaje bancario.

Luego de 16 meses, el BCR modificó la semana pasada su tasa de interés de referencia, al reducirla de 2.75% a 2.5%. ¿Demoró en tomar esta decisión? Si tenemos en cuenta que el enfriamiento de la economía se inició en enero, se podría pensar que sí. El propio instituto emisor señaló que los indicadores de producción primaria siguen negativos, mientras que la actividad no primaria da señales de menor dinamismo. Es más, en su Reporte de Inflación de julio ya había revisado a la baja su proyección de crecimiento del PBI: de 4% a 3.4%, un ajuste bastante notorio.

Además, las expectativas de los agentes económicos, en particular de las empresas, llevan varios meses sin levantar cabeza, y el consenso de analistas recomendaba una reducción de la tasa de interés de referencia desde hace por lo menos dos meses –Gestión se sumó a este grupo el mes pasado, cuando se dieron a conocer los magros resultados del PBI de mayo–, pues el estímulo que debía proporcionar la política fiscal vía la inversión pública no estaba funcionando.

Otros bancos centrales de países emergentes ya habían recortado sus tasas, pues el entorno internacional está dominado por la incertidumbre y la volatilidad, gracias a la guerra comercial que Donald Trump le ha declarado a China y otras economías. En suma, se espera que la decisión del BCR incida en una rebaja del costo del crédito, en especial para las empresas, que quizás reavive los indicadores de inversión.

Se necesitaba dar una señal al mercado de que había preocupación en las autoridades sobre la situación económica del país, que parecían indiferentes ante el enfriamiento. Una pregunta que se espera que el BCR responda, es el margen que tiene para continuar con más rebajas de su tasa de interés, pues la acotación del comunicado que emitió la entidad (“Esta decisión no implica necesariamente reducciones adicionales”) podría dar lugar a especulaciones.