El gabinete de Salvador del Solar se presenta hoy ante el Legislativo para solicitar el voto de investidura. (Foto: EFE)
El gabinete de Salvador del Solar se presenta hoy ante el Legislativo para solicitar el voto de investidura. (Foto: EFE)

CRISIS MINISTERIAL. El lunes, el país amaneció sin ministros de Vivienda ni de Transportes y Comunicaciones. La explicación oficial la dio horas antes el premier Salvador del Solar. A su criterio, el Gobierno no puede “darse el lujo” de que las cabezas de dos carteras tan importantes destinen su energía a defenderse de las acusaciones en su contra y que por ello ambos decidieron dar un paso al costado.

Si la razón fueron los cuestionamientos, el Gobierno demoró en tomar una decisión, pues estos vienen desde semanas atrás. Además, ¿qué pasa con los otros ministros cuestionados y denunciados que siguen en sus cargos? Tampoco resulta conveniente que, reconociendo que Vivienda y Transportes son dos carteras importantes, queden en el vacío antes de contar con reemplazos para los puestos. Lo mejor hubiese sido mantenerlos hasta tener a sus relevos. Esta situación hace pensar —aunque el premier lo ha negado— que la salida de los ministros está más relacionada con la caída en las encuestas que con sus controversias. Es decir, por una decisión presidencial, más que por renuncias.

El problema es que, de todos los ministros cuestionados, Carlos Bruce y Edmer Trujillo son los que menos interés le generaban a la oposición en el Congreso. Todo lo contrario sucede con la titular de Educación Flor Pablo, para quien ya fue presentada una moción de interpelación.

Las críticas a Pablo ya no solo se deben al proceso penal iniciado en su contra por presuntas irregularidades en la suscripción y ejecución de un contrato de transporte de módulos de ciencia y ambiente cuando estaba a cargo de la Dirección de Educación Primaria, sino que están centradas en, tal como lo dijo el presidente Vizcarra, “errores que no se pueden permitir” encontrados dentro de los textos escolares —enlaces y documentos en la bibliografía con contenido sexual— y por “la política de educación básica”, es decir, por la implementación del enfoque de género en el currículo escolar. Si bien ya se inició investigación contra diez funcionarios del ministerio por estos “contenidos inaceptables” —como los calificó Del Solar—, la mayoría de bancadas planea apoyar la interpelación.

En conclusión, el Gobierno debe ordenar mejor sus mensajes para evitar que resulten poco creíbles y que reflejen que actúan sin orden ni concierto. Pese a que lo niega, se mueve con la ola de la opinión pública, lo que no siempre es la mejor estrategia. Si de verdad al Ejecutivo le preocupan las críticas debería empezar a buscar reemplazo para varios ministros y algunos funcionarios, como Nelson Chui.