ELECCIONES 2020.Más allá de las sorpresas iniciales, los resultados preliminares de los comicios realizados el domingo para elegir a un nuevo Parlamento han dejado más de una interrogante por responder. Por ejemplo, de los 21 partidos que participaron, diez habrían logrado representación —lo que habla sin duda de un nuevo Congreso fragmentado— mientras que once no lograron superar la valla electoral y de haberse tratado de una elección general habrían perdido su inscripción. Siendo así, de no revisar la labor realizada hasta el momento y hacer algún cambio radical en el año y medio que quedan para los próximos comicios, el Apra, Solidaridad Nacional y el PPC estarían entre las agrupaciones con más tiempo de existencia y que corren el riesgo de desaparecer.

Fuerza Popular también tendría que revisar su comportamiento político pues, aunque no lo quieran decir públicamente, pasar en menos de cuatro años de 73 curules a 12 representa un serio traspiés, sobre todo para quienes consideraban que estaban llevando adelante la voz del pueblo.

En general, los resultados han dejado un sabor agridulce a más de uno. La ausencia de algunas agrupaciones ha dado lugar a otras que con su lenguaje y radicalismo generan inquietud respecto a lo que puedan hacer hasta el 28 de julio del 2021, sobre todo porque un alto porcentaje de peruanos desconoce sus propuestas.

Si bien de manera oficial solo Unión por el Perú ha planteado cambiar la Constitución de 1993, es una idea presente en más de una agrupación y por ello uno de los principales riesgos es que se instale progresivamente en la agenda la idea de una Asamblea Constituyente para modificar la institucionalidad política y sobre todo la económica. En este último punto la propuesta de instaurar un impuesto a la riqueza, la libre desafiliación de cualquier sistema pensionario (Frepap)o una ley antimonopolio y de regulación financiera (Podemos) también deberían mirarse con cuidado.

Lo cierto es que los radicalismos van ganado terreno y esto debe obligar a las agrupaciones políticas más de centro a afinar sus propuestas para que reflejen mejor las expectativas de los votantes y a utilizar el año y medio que faltan para las próximas elecciones para realizar un verdadero trabajo político, para difundir ideas y dar respuestas concretas frente al discurso radical sin menospreciar a ninguna agrupación.