Una crisis más

MAYOR INCERTIDUMBRE. Tres audios presentados por el presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso, Édgar Alarcón, han generado una crisis política por la relación entre el mandatario Martín Vizcarra y Richard Cisneros, y las acciones realizadas para negar esta vinculación. Así, la crisis política se suma a las crisis sanitaria y económica que ya vive el país.

Los audios presentados plantean graves denuncias y requieren una respuesta clara de Martín Vizcarra. El mensaje dado ayer por el presidente, aunque importante, no basta. Sin embargo, es un paso adelante que haya reconocido que el audio en el que se escucha su voz es real, aunque señale que está editado.

Haría bien el mandatario -quien asegura que él no se corre- en presentarse ante una comisión de tal manera que pueda responder a preguntas y repreguntas para que no le queden a la población dudas de lo acontecido.

Vizcarra asegura que los audios son un “vil intento por desestabilizar al país” y “responden a intereses subalternos”, al tiempo que señala que no hay nada ilegal. Pero más allá de las palabras, lo cierto es que los audios son indicios para iniciarle una investigación en la Fiscalía, aunque mientras sea presidente no pueda ser acusado de algún delito.

El mandatario minimiza la validez de los audios al señalar que estos fueron conseguidos de manera ilegal y que quien los presentó tiene varias denuncias en su haber, pero lo cierto es que estos argumentos no lo eximen de tener que dar una explicación más amplia.

Adicionalmente, los casos de corrupción en los que han estado involucradas innumerables autoridades en los últimos 30 años generan que la población sea muy sensible, y aun cuando no exista delito que pueda ser tipificado, las faltas éticas también son cuestionables. En el Perú, más de una autoridad ha caído por un audio o un video incluso antes de una investigación.

Luego del discurso del mandatario, la Junta de Portavoces ha planteado el borrador de un pedido de vacancia para conseguir las 26 firmas que se requieren para el inicio del procedimiento, aunque representantes de algunas bancadas afirmaron que necesitan más tiempo para tomar una decisión.

Lamentablemente, en la difícil situación que atraviesa el país una crisis más sí importa. Se requiere estabilidad para hacerle frente a la pandemia y para llevar adelante el proceso electoral del 2021, y todas nuestras autoridades deberían actuar con cabeza fría, pero sin dejar de responder a las acusaciones. Más aún cuando se declaran paladines de la transparencia.