Editorial de Gestión. Apostar por la defensa de los derechos de los trabajadores no implica olvidar al otro actor de la relación laboral.  (Foto: GEC)
Editorial de Gestión. Apostar por la defensa de los derechos de los trabajadores no implica olvidar al otro actor de la relación laboral. (Foto: GEC)

SECTOR TRABAJO. La presencia del exministro de Trabajo Iber Maraví y la insistencia del expremier Guido Bellido por defender su presencia en el Gabinete fueron la gota que rebalsó el vaso y generó la salida de ambos y otros más, en el equipo ministerial del presidente Castillo. Sin embargo, al parecer, los cambios serán más de formas y estilos que de fondo. Así lo ha adelantado la ministra de Trabajo, Betssy Chávez, quien, en sus primeras declaraciones, ha precisado que mantendrá la “Agenda 19″ planteada por su antecesor.

En su ronda de conversaciones con las centrales sindicales, Betssy Chávez ha dicho que “consideramos vital que las decisiones que se vayan a tomar a nivel del Ejecutivo sean consultadas con las centrales sindicales”, lo cual no está mal. Sin embargo, la ministra no debería olvidar dos aspectos importantes. El primero, los sindicatos no representan a la mayoría de los trabajadores del país —de 3.4 millones de trabajadores formales apenas poco más de 93,760 están sindicalizados—. Segundo, es igual de vital que las decisiones que toma el Ejecutivo también sean consultadas con los representantes de los empleadores. Justamente, esa fue la razón de ser de la creación del Consejo Nacional de Trabajo.

Tal como señalamos desde estas líneas cuando Iber Maraví presentó su plan de trabajo, el principal problema en materia laboral es la falta de empleo, pero sobre todo la falta de empleo formal, que permita a los trabajadores contar con beneficios como protección en salud, vacaciones, aportes para la jubilación y CTS, entre otros, y por tanto solucionar este problema debería ser el eje que guíe la labor del Ministerio de Trabajo, y la “Agenda 19″ no obedece a ese criterio. La ministra Chávez haría bien en revisar su plan de acción.

Apostar por la defensa de los derechos de los trabajadores no debe implicar olvidar al otro actor de la relación laboral, que son los empleadores. Una ministra que busca la mejora integral de los trabajadores y sobre todo ampliar el número de peruanos que se integren al empleo formal no puede olvidar que sin empleadores no habría trabajadores.

La titular del sector se propone reformular el programa Trabaja Perú para hacerlo transversal e interactuar con otros ministerios. Sin embargo, es una salida de corto plazo, pues se trata de un esquema de empleo temporal que no resuelve el problema de fondo de los peruanos. La única manera de generar empleo sostenible es incentivar la inversión privada, y ni el ministerio ni el Gobierno parecen entenderlo.