Editorial de Gestión. A los factores vinculados con el COVID-19, habría que añadir la incertidumbre política.
Editorial de Gestión. A los factores vinculados con el COVID-19, habría que añadir la incertidumbre política.

RESULTADOS. “Bajo un escenario de reapertura eficiente de la economía, con controles sanitarios adecuados, se prevé un crecimiento del PBI de 11.5% el 2021”, vaticina el Reporte de Inflación (RI) del BCR, publicado el fin de semana. Este documento tiene periodicidad trimestral, pero el inicio de la cuarentena obligó a la entidad a desistir de publicar el correspondiente a marzo, pues los cálculos que contenía no iban a reflejar la nueva realidad.

Y algo que caracteriza al BCR es su realismo. Por ejemplo, para este año proyecta una caída del PBI de 12.5%, mayor que el consenso (9.3%), con lo que se ubica entre los menos optimistas. La contracción, según el RI, se deberá a la “extensión del aislamiento social en el segundo trimestre y al enfoque de reapertura gradual y sectorial de las actividades económicas desde mayo”. El instituto emisor no lo explicita, pero empresarios y analistas señalan que la reapertura ha sido tardía, lenta y engorrosa.

A pesar de todo, dos sectores crecerán este año. El primero es el agropecuario, gracias a que el inicio de la cuarentena coincidió tanto con el fin de las cosechas de productos de exportación como uva, mango y arándano, como con el inicio de la campaña grande de papa, arroz y productos andinos. El segundo es pesca, por efecto estadístico (el año pasado disminuyó), lo que incidirá positivamente en la elaboración de harina de pescado, que es parte del subsector manufacturero primario. No obstante, la manufactura no primaria será una de las más golpeadas (caerá 23.8%).

La inversión extranjera directa también sufrirá un fuerte bajón. A los factores globales vinculados con el covid-19, en el caso peruano habría que añadir la incertidumbre política. Estamos en año preelectoral y el capital de largo plazo podría optar por esperar hasta mediados del próximo año, cuando se haya definido el nuevo Gobierno. La actuación del actual Congreso tampoco está jugando a favor de las perspectivas del Perú para atraer capitales. Por el lado de la inversión pública, el RI prevé una contracción, aunque no incluyó en su análisis el convenio con Reino Unido para la reconstrucción ni el programa Arranca Perú, que tendrá un componente de inversión y otro de gasto corriente, anunciados la semana pasada.

La economía tocó fondo en abril y el BCR espera una recuperación en forma de “V”, pero hay que reiterar que el rebote estará condicionado: dependerá de un manejo económico eficiente –responsabilidad que no solo le atañe al MEF sino a todos los ministerios productivos– y de un adecuado control sanitario.

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