LIBRE COMPETENCIA. Este año Indecopi cumple 30 años y desde el inicio una de sus funciones fue combatir las conductas anticompetitivas que afectan la libre competencia como son el abuso de la posición de dominio o las prácticas colusorias. Durante todo este tiempo su accionar no ha estado exento de críticas. Se han dado casos que a criterio de la ciudadanía no han sido en beneficio de las personas y la norma ha ido ajustándose al punto que el año pasado se aprobó el control previo para algunas fusiones y adquisidores además del sector eléctrico (que ya era controlado desde hace varios años).
No es un tema sencillo de tratar y entender, pues a pesar de lo que algunas ideologías buscan, en el Perú no está prohibido que una empresa tenga una posición de dominio del mercado, es decir, no están prohibidos los monopolios per se. Lo que sí se prohíbe es que abuse de dicha posición para restringir, de manera indebida, la competencia, obteniendo beneficios y perjudicando a competidores reales o potenciales.
Sin embargo, una reciente encuesta realizada por la Universidad Católica de Chile –en la que participaron abogados especialistas en la materia y exautoridades– muestra que, a pesar de todo, la labor desplegada en 30 años por la Comisión de Defensa de la Libre Competencia y la Sala Especializada en Defensa de la Libre Competencia del Indecopi son bien valoradas. Asimismo, la mayoría de los encuestados se encuentra conforme y considera que las sanciones establecidas en la Ley de Represión de Conductas Anticompetitivas cumplen con los fines y los objetivos de la libre competencia en el Perú.
Pero si bien el trabajo realizado hasta el momento es satisfactorio, es el futuro de la libre competencia lo que está preocupando a los encuestados. Indecopi se ha caracterizado por ser un ente técnico, pero el nombramiento de Julián Palacin como presidente de la entidad (sin contar con la experiencia requerida) y algunas declaraciones de las autoridades de gobierno sobre lo que consideran debe ser el accionar del Indecopi, generan dudas sobre la independencia con la que vaya a actuar la entidad a futuro.
Siendo así, resulta importante abogar por una verdadera separación entre el órgano instructor y el órgano resolutivo, y más autonomía institucional para Indecopi, y así evitar que el vaivén político afecte el trabajo desplegado en 30 años.