Editorial de Gestión. Sin liderazgo, el Ejecutivo difícilmente podrá enfrentar el populismo del Congreso.
Editorial de Gestión. Sin liderazgo, el Ejecutivo difícilmente podrá enfrentar el populismo del Congreso.

PODER EJECUTIVO. Quienes defendieron la disolución del Congreso anterior, apostaban por conseguir que los nuevos representantes significaran un cambio positivo para el país. Hoy, un alto porcentaje de ellos sienten que los parlamentarios que asumieron funciones en marzo no colman sus expectativas y algunos incluso pretenden olvidar que fueron los impulsores del cambio.

Las iniciativas populistas, que hoy abundan, no son tan nuevas en la plaza Bolívar. Por lo general, siempre han estado en agenda, pero esta vez tienen mayor predicamento, en parte porque la mayoría de las bancadas las promueven, y en parte también por la debilidad del Poder Ejecutivo, sobre todo del presidente Vizcarra, que evita defender sus fueros para no dañar su popularidad.

En el tema económico brilla por su ausencia, en defensa de la economía social de mercado, la titular del MEF. Esta semana, tal como Gestión reveló, fueron el presidente del BCR y la superintendenta de la SBS quienes cuestionaron y advirtieron los riesgos del proyecto que busca el congelamiento de deudas del sistema financiero y la condonación de los intereses de esos créditos. Hasta ahora, a la ministra María Antonieta Alva no se le ha escuchado un pronunciamiento similar, y se conoce muy poco del trabajo político que realiza con los congresistas para evitar que prospere la iniciativa.

Lo mismo sucedió en el caso de la eliminación del cobro de los peajes. Zeballos y Alva se pronunciaron tardíamente y el proyecto se aprobó. Dos empresas ya han logrado, gracias a una medida cautelar, que se les permita continuar con los cobros hasta que se resuelva la acción de amparo, pero el país aún enfrenta un arbitraje ante el Ciadi por esta ley.

Podemos citar más ejemplos, pero es claro que al interior del Gabinete la ministra de Economía cada vez está más sola en su posición y debido a su poca experiencia política le resulta difícil motivar al presidente del Consejo de Ministros -que muestra algunos ánimos intervencionistas- para una actitud más firme. A Vicente Zeballos lo acompaña el accionar de otros miembros del Consejo de Ministros, como la titular de Trabajo.

Sin liderazgo, el Ejecutivo difícilmente podrá enfrentar el populismo del Congreso, no solo en materia económica, sino también en temas claves como la educación con esos intentos -a veces frustrados- de disminuir facultades a la Sunedu, y otros en materia de seguridad social.

La pregunta, ahora que el presidente Vizcarra está por iniciar su último año de gobierno, es: ¿quiere irse como el más popular o como el más eficaz?