Editorial de Gestión. Lo peor que puede suceder es que la Fiscalía termine enfrentada al interior por los casos a investigar (Foto: GEC)
Editorial de Gestión. Lo peor que puede suceder es que la Fiscalía termine enfrentada al interior por los casos a investigar (Foto: GEC)

Corrupción. En las últimas semanas, las denuncias contra el presidente Martín Vizcarra no se detienen. Primero fue por el caso Richard Cisneros y recientemente por los proyectos de Lomas de Ilo y el Hospital Regional de Moquegua. Aunque el mandatario brinda declaraciones en busca de desestimar las acusaciones, lo cierto es que los ciudadanos aún no quedan satisfechos con sus explicaciones.

Como ya ha sucedido días atrás, Vizcarra trata, nuevamente, de culpar de las denuncias a la existencia de un complot en su contra debido a su lucha contra la corrupción. Pero las dudas no se despejan, sobre todo porque el mandatario evita ser categórico en sus respuestas, dejando la sensación de estar diciendo solo medias verdades. Lo mismo sucede cuando señala que algunos congresistas buscan postergar las elecciones, pero sin decir quiénes son.

Las denuncias realizadas hacen necesario que el Ministerio Público realice las investigaciones pertinentes. Sin embargo, los desacuerdos al interior de la institución no generan suficiente confianza en la población.

Luego de declarar que sí ameritaba realizar una investigación, la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, desestimó el cargo de colusión agravada y solo mantuvo los de obstrucción a la justicia y negociación incompatible en el caso Richard Cisneros. Y ahora, a pesar de que es el Equipo Especial Lava Jato el que consiguió las declaraciones contra el mandatario debido a los aspirantes a colaboradores eficaces, la fiscal encarga la tarea de investigar al Equipo de Corrupción de Funcionarios.

Lo peor que le puede suceder a la lucha contra la corrupción es que la Fiscalía, que debería trabajar como una unidad y de manera coordinada, termine enfrentada por los casos a investigar. Peor aún sería que los colaboradores eficaces desistieran de sus declaraciones debido a estas marchas y contramarchas, ¿o es quizás lo que se estaría buscando?

La corrupción, sobre todo la de los últimos seis mandatarios, es un tema tan sensible que el Ministerio Público debería actuar con la mayor transparencia y permitir que las investigaciones puedan irse llevando a cabo, y de ser posible, que se tengan resultados a la brevedad, respetando el debido proceso y las prerrogativas constitucionales del mandatario.

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