Editorial de Gestión. Mientras el virus siga circulando en el mundo, los países deben mejorar sus campañas de vacunación.
Editorial de Gestión. Mientras el virus siga circulando en el mundo, los países deben mejorar sus campañas de vacunación.

VACUNAS. La pandemia del COVID-19 no le da tregua al país y las cifras de nuevos casos reportados, las reinfecciones, así como el número de muertos aumentan diariamente. Los reclamos por falta de camas UCI u oxígeno, lamentablemente se han convertido en el pan de cada día y aun cuando el 59% de los encuestados por Datum dice que está cumpliendo estrictamente con las recomendaciones para evitar los contagios, lo cierto es que estos no disminuyen.

La cruda realidad se traslada también a la percepción de la población. Para un 48% lo peor está por venir y mes a mes aumenta el número de ciudadanos que afirma que las medidas del Gobierno no han logrado controlar el contagio. Ni el proceso de vacunación iniciado hace algunos meses consigue variar la tendencia, debido a las marchas y contramarchas del Minsa, tanto por la falta de vacunas como por los evidentes problemas de organización, eso sin contar con los casos de corrupción detectados por la Contraloría de la República. Aun así es responsabilidad del Gobierno redoblar los esfuerzos para cerrar los contratos de compra de vacunas y asegurar su llegada en el menor tiempo posible.

A nivel mundial el panorama no es mucho mejor, el principal riesgo sigue siendo el repunte de los contagios, pero los países apuestan a las campañas de vacunación para frenar al COVID-19. Actualmente Israel, Reino Unido y Chile lideran la campaña de vacunación, con el 62%, 49% y 41% de su población inoculada con al menos una dosis. Sin embargo, la lucha de cada país contra el virus ha ce olvidar que para controlar al nuevo coronavirus es necesario que las vacunas lleguen a todas partes del mundo, de lo contrario el Sars Cov 2 pueda mutar de manera incontrolada -como ya ocurre-, lo que puede reducir o anular la eficacia de las vacunas existentes. Los confinamientos o cierre de fronteras prolongados no pueden ser considerados una opción.

Además, es fundamental que se cuide mucho la confiabilidad de las vacunas. Por eso es indispensable que se lleven a cabo estrictos seguimientos a los posibles efectos secundarios de estas y se promueva la transparencia sobre cualquier consecuencia inesperada. Ante la escasez, son bienvenidas todas las opciones disponibles en la actualidad, aunque deben ser revisadas y aprobadas por los organismos de salud. Mientras el virus siga circulando en el mundo, los países deben mejorar sus campañas de vacunación.