EXPORTACIONES. El Perú no participa en la guerra comercial que Donald Trump le declaró a China, la Unión Europea, Canadá, México y otros socios comerciales de su país, pero ha sido una víctima más de las hostilidades. El enfriamiento de la economía peruana se debe en parte, a las consecuencias de esa conflagración: la desaceleración china y europea, y la reducción de los términos de intercambio, pues el 70% de nuestras exportaciones corresponde a commodities, sobre todo metales como cobre, plata, oro y zinc, además de harina de pescado.

Las proyecciones de crecimiento del PBI peruano han sido revisadas a la baja desde fines del año pasado, pero no han sido las únicas, pues las correspondientes a las exportaciones han corrido la misma suerte. El Reporte de Inflación (RI) del BCR de diciembre del 2018 proyectaba que el valor de las exportaciones totales crecería 2.9% este año, pero a medida que transcurrían los meses y se evidenciaba los estragos causados por la guerra comercial, el RI de setiembre previó una caída de 3.3%.

El viernes de la próxima semana, el BCR publicará su último RI trimestral del año y, aunque en octubre hubo un ligero repunte exportador, todos esperan que se confirme la primera contracción anual desde el 2015, incluida la Asociación de Exportadores (ADEX). Según el BCR, entre enero y octubre los envíos totales de bienes al exterior sumaron US$ 38,550 millones, 5% menos que en el mismo periodo del 2018.

Sin embargo, las cifras acumuladas no reflejan la dispar realidad del sector: las que caerán serán las exportaciones tradicionales (6.1%), pues las no tradicionales sí crecerán (4.3%), aunque este subsector ha estado apuntalado por los embarques agroindustriales, que cerrarán el 2019 completando diez años ininterrumpidos de expansión. Según ADEX, siete de los diez subsectores no tradicionales registraron declives en octubre y cuatro ya están en rojo en el acumulado, lo cual es motivo de preocupación.

Un dato a tomar en cuenta es el ascenso de Canadá como tercer destino de las exportaciones peruanas, cuando hasta el año pasado no figuraba entre los diez primeros. Esto se debería a que se ha afinado el TLC bilateral (vigente desde el 2009). Y un dato que tendría que generar inquietud es la situación de los envíos a Estados Unidos, pues en el periodo enero-octubre se contrajeron 31.9%. Este país es el segundo destino de nuestros productos (el primero es China).

Para el 2020, si el panorama global continúa sombrío y si el Gobierno no hace mucho para mejorar la competitividad de las exportaciones, habría que esperar cifras parecidas a las de este año.