Participación del Perú en comité de la OCDE permitirá recoger experiencias y estándares que se pueden introducir en la regulación local. (Foto: USI)<br>
Participación del Perú en comité de la OCDE permitirá recoger experiencias y estándares que se pueden introducir en la regulación local. (Foto: USI)

INCERTIDUMBRE. La alineación de las políticas nacionales a los estándares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) parecía avanzar a paso lento, pero seguro. La culminación de dicho proceso, en el marco del llamado Programa País, haría que el Perú esté preparado para recibir la invitación formal para iniciar un nuevo proceso, el de adhesión a ese foro. Se tenía previsto estar listos en el 2021, el año del Bicentenario.

Pero el mes pasado, en entrevista con Gestión, la vicepresidenta de la República y congresista de Peruanos por el Kambio (PpK), Mercedes Aráoz, señaló que “la invitación se ha bloqueado” porque hay “una fuerte discrepancia entre Europa y Estados Unidos”. Sucede que los países del Viejo Continente quieren que ingresen seis países –entre ellos el Perú–, mientras que el Gobierno estadounidense solo apuesta por uno: Argentina, “por motivos políticos más que económicos”.

Argentina forma parte del G20 -integrado por 19 economías grandes y medianas más la Unión Europea, y representa el 85% del PBI mundial-, y acaba de ser anfitriona de su cumbre anual. Si bien sus sucesivos gobiernos no han logrado estabilizar sus variables macroeconómicas –en contraste con el Perú, que lleva más de un cuarto de siglo sin mayores sobresaltos económicos y casi diez años de crecimiento ininterrumpido–, Argentina tiene mayor peso que nuestro país en el contexto global.

A pesar del tremendo baldazo de agua fría lanzado por Aráoz, ni el presidente Martín Vizcarra ni ninguno de sus ministros han confirmado o desmentido su declaración. Quizá no deseen abrir un nuevo frente en las tensas relaciones que hoy existen entre el Ejecutivo y la bancada de PpK, que en teoría representa al oficialismo en el Congreso, pero que está actuando como si fuese de oposición.

Aráoz viajó a París en mayo como “comisionada extraordinaria en el proceso de vinculación del Perú con la OCDE”, de modo que sería la funcionaria del Ejecutivo que está mejor enterada sobre cómo va el proceso. Es necesario que el presidente Vizcarra se pronuncie, y también que el Gobierno continúe trabajando en la alineación a los estándares de la OCDE, pues más allá de que se logre ingresar a ese foro, o no, dicho proceso redundará en la modernización del aparato estatal, una lucha más eficiente contra la corrupción y en mejoras socioeconómicas y ambientales.

De hecho, continuar con el Programa País traerá mejores resultados políticos y económicos, y más sostenibles, que subir 20 puestos en el ranking Doing Business, puesto que ese estudio solo evalúa la facilidad de hacer negocios en Lima y lo que se necesita es que las reformas lleguen a todo el Perú.

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