(Foto: Anthony Niño de Guzmán).
(Foto: Anthony Niño de Guzmán).

TRANSPORTE Y COMUNICACIONES. Quizás todos tengamos amigos que suelen dejarnos mal parados. Siempre están disponibles cuando se les necesita, o son divertidos, pero no tienen la capacidad de asumir grandes responsabilidades. El presidente Martín Vizcarra ha nombrado en la cartera de Transportes y Comunicaciones (MTC) a uno de sus colaboradores más cercanos, el ingeniero Edmer Trujillo.

Es la tercera vez que integra un Gabinete en este periodo presidencial, igualando a Cayetana Aljovín –lideró tres ministerios distintos cuando PPK era presidente– y Fabiola Muñoz –que ha regresado a Ambiente tras su fugaz paso por Agricultura–. Primero fue titular de Vivienda, Construcción y Saneamiento, al inicio del mandato de PPK, y luego del MTC, cuando Vizcarra asumió la Presidencia, y entre ambos periodos dirigió Sedapal.

Trujillo tuvo que renunciar al MTC debido a los cuestionamientos que surgieron por el deficiente manejo de la regulación, específicamente en seguridad de carreteras, emisión de licencias de conducir y revisión vehicular. Dado que estuvo en el cargo diez días más luego de dimitir, tuvo tiempo para elaborar una presentación en PowerPoint de 49 láminas titulada “Logros y metas del sector”. Las segundas superan largamente a los primeros.

Su sucesora, María Jara, estuvo cinco meses y apenas si pudo nombrar al presidente de la Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao (ATU). Pero el inicio de funciones de la agencia no avanza. Por ejemplo, su casi vacío sitio web consigna como número telefónico el “000000000”. De las metas del sector, que, entre otras ambiciones, preveían sistemas de inspecciones y fiscalización eficientes, integrados y transparentes para el transporte urbano, todo esto para julio (de este año), no se sabe nada.

Claro que el MTC tiene muchas otras responsabilidades aparte del transporte en Lima. A su cargo está el desarrollo de la infraestructura vial a nivel nacional –terrestre, portuaria y aérea–, así como de las comunicaciones. Lo más resaltante de la anterior gestión de Trujillo fue la notable reducción de las interferencias que retrasaban la construcción de carreteras y la ampliación de aeropuertos.

Esperamos que ahora sí esté preparado para asumir todas esas responsabilidades, que deje de lado su perjudicial perfil bajo –no bastará con emular a sus antecesores anunciando millonarias inversiones, como hizo en Pucallpa la semana pasada–. Tiene S/ 5,000 millones por ejecutar en obras hasta fin de año.

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