“La Unesco nos ha dado una herramienta que tenemos que usar para promocionar el pisco, nuestra bebida bandera”.
“La Unesco nos ha dado una herramienta que tenemos que usar para promocionar el pisco, nuestra bebida bandera”.

BEBIDA BANDERA. “Los orígenes del , manuscritos de los siglos XVI y XVII”. Así está titulado el registro que, en diciembre pasado, realizó el programa Memoria del Mundo de la , de documentos que datan de inicios de la Colonia y que sustentan el origen peruano de ese destilado de uva. Se trata de escrituras públicas registradas entre 1587 y 1613 por notarios de la Villa de Valverde (hoy la ciudad de Ica), fundada en 1563, apenas 21 años después de la creación del Virreinato del Perú.

Tales escrituras describen los inicios, crecimiento y desarrollo del cultivo de uva en esa comarca, la producción y comercio, así como los materiales, herramientas y utensilios usados para la destilación de uva, y el embarque del licor hacia el Callao, Arica y otros puertos fuera del virreinato, desde el puerto de Pisco. De hecho, solía ser llamado “aguardiente de Pisco” y, con el tiempo, su nombre derivó en pisco. En suma, nuestra bebida de bandera tiene cerca de 440 años (quizás algo más).

Esos documentos forman parte del acervo del Archivo Nacional del Perú, y parte de los datos históricos que contienen han sido divulgados en libros como “Pisco es Perú” (2003), de Mariella Balbi y editado por Promperú, y “Pisco, espíritu de plata, esencia del Perú” (2006), auspiciado por Interbank, entre otros. Pero su inscripción en la Memoria del Mundo de la Unesco significa un espaldarazo a los esfuerzos que el Estado y el sector privado realizan, desde el 2002, para promover el pisco como un producto netamente peruano.

LEA TAMBIÉN: Pisco: ¿verificación de Unesco ayudará a mejorar la menor exportación?

La noticia cayó muy mal en Chile, que lleva casi 90 años intentando convencer al mundo que el pisco es suyo –en ese afán, en 1936 rebautizó a la ciudad de La Unión como Pisco Elqui–. Así que su Gobierno y sus productores han hecho causa común para reforzar su discurso, plagado de falsedades, pues la decisión de la Unesco es un potente argumento en contra de sus pretensiones. Lo que preocupa es que la reacción en nuestro país ha sido débil y dispersa. Si bien hay productores que han dado declaraciones, no se percibe la existencia de un mensaje coordinado, mucho menos de una estrategia integral para reforzar la promoción del pisco.

Quizás el adormecimiento de entidades como Produce, Mincetur y Promperú esté obstaculizando que los productores y exportadores de pisco se sumen en un frente común. Encima, ya no existe una entidad que promocione nuestros productos bandera (fue desactivada el 2019). La Unesco nos ha dado una herramienta que tenemos que usar.

Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.